Mario se encontraba tomando una taza de café en el patio, sentado en las sillas de playa observando el techo de lámina y cuestionándose todo sobre las personas que creía conocer fuera, parecía ser que su mente estaba concentrada en tratar de descifrar el juego que no se percató el momento en que llegó Arath, el canoso extendió el tapete azul para comenzar hacer algunos estiramientos.
— La yoga te ayuda para despejar mente, alma y cuerpo de cualquier cosa que le sea incómoda.— Miró de reojo a Mario haciéndole una discreta invitación tras darse cuenta de su inquietud.
El de anteojos al escuchar la voz masculina no pudo evitar dar un pequeño espasmo en los hombros tras el susto recibido, soltó una risa mientras observaba la elasticidad de su compañero. — No estoy en edad para que me asustes así, debes hablarme con días de anticipación papito, casi arranco corriendo, además estoy seguro que si te acompaño no podré levantarme. —
— Debes aprovechar que tienes un instructor profesional, cuando estemos fuera te cobraré el doble por ignorar mi invitación. — Reclamó Arath mientras se encontraba haciendo la posición de la cobra.
A Mario no le quedó más que acompañarle, no quería arruinar la armonía que apenas se lograba sentir en su equipo, le pidió a Brigitte quien se encontraba de pasada que le trajera un tapete, a lo que la rizada divertida le dijo.
— Eso Mayito, ponte súper guapote para las galas.—Tras varias posiciones y explicaciones confusas que le dio Arath a Mario no le quedó otra que pedir tiempo.
— Tiempo, tiempo, tengo un calambre. — Dijo mientras se sentaba tocándose la pierna, cuando en realidad era una farsa pero no se sentía con el valor de decir que quería un descanso.
— Mario, ¿Estás bien? Yo te ayudo, esto fue mi culpa, discúlpame, debimos haber empezado por un calentamiento. — Se acercó Arath preocupado poniéndose de cuclillas. — Recuéstate, te haré un masaje para desatar los nervios.— Dijo convencido el canoso mientras el de anteojos retrocedía de a poco sin dejar de fingir.
— Estás loco Arath, es solo un calambre no tienes que preocuparte. — La mirada regante del contrario hizo que cediera sin un "pero"más, se recostó y puso ambas manos sobre su estómago algo sobresaliente, sintió ambas manos posar en su pierna dando un ligero masaje sobre sus nervios.
— ¿Se está sintiendo mejor? Yo noto la zona muy relajada— cuestionó Arath mientras masajeaba lentamente para sentir algún nudo, Mario sentía hervir el rostro tras la penosa situación, pero como gran actor decidió seguir hasta el final. — Tal vez donde me recosté se quitó un poco la tensión, así déjalo ya.—Nego Arath mientras masajeando, subiendo un poco por la ingle, Mario al sentir un extraño cosquilleo y pánico por la acción no pudo evitar levantar su tórax para sentarse sin darse cuenta de la cercanía de su contrario, llevándose así un cabezazo, ambos quedaron aturdidos y soltaron un quejido, se sostuvieron el lugar afectado a lo que el pelinegro reclamó.
— Todo esto es tu culpa, ya te estabas propasando, igualado. —— Suerte tendrías de que me quisiera propasar, viejo cochino, yo me ofrecí a ayudarte y así me pagas.— Mencionaba Arath entre quejidos poniéndose de pie, extendiendo así la mano para ayudar a Mario.
— Vamos por hielo, si es que Mariana me deja tomarlos, hasta parece que a ella y Potro les hice algo.— Refunfuño Mario de camino a la cocina.
— Si ellos te llegan a decir algo yo te defenderé, nadie es dueño de nada aquí, ya es suficiente con la tensión de eliminados.— Mencionó Arath enfadado, afortunadamente no había nadie en la cocina que les molestara.Mientras Mario preparaba unas bolsas con hielo, Arath puso agua para un té de manzanilla, ambos se sentaron en la isla de la cocina.
— ¿El té?— apuntó a ambas tazas — ¿Es para mi ó se lo hiciste a alguna de las chicas? — cuestionó pasándole una bolsa de hielo.— Ese golpe te dejó más wey, claro que es para ti, es para que conversemos mientras se nos pase el dolor. — Negó con la cabeza Arath soplando un poco el vapor que emitía la taza.
Tras conversar plenamente de proyectos, experiencias, anécdotas y gustos, se dieron cuenta que a pesar de ser algo diferentes se llevaban bien, ambos se sacaron alguna que otra risa e impusieron un respeto tras la trayectoria, esfuerzo y trabajo que han dado en la industria.
— Quien diría que en la primer semana me odiabas. — Dijo sarcástico Mario meneando su te con una pequeña cuchara de metal su té.
Arath avergonzado no quedó más que soltar un suspiro para comentar. — La vida nos cierra la boca de maneras maravillosas, ¿No crees? Quien diría que estaría pasando un buen momento contigo, ni en mis sueños más locos, esto solamente lo hace este reality, incluso mi mánager me dijo que me llevaría muy bien contigo y no le creí.—— Si lo conozco, un saludo, es un gran amigo, mira a este cabezón que no te creía, despídelo por no seguir tus consejos. — Dijo Mario a la cámara con una sonrisa mandando un beso con ambas manos. — Sin duda alguna tú y yo terminaremos siendo buenos amigos haya fuera.—
— Eso espero, así que no lo arruines, de hoy hasta la final entrenaremos yoga, para que estés listo.— Le apuntó con el dedo Arath con una sonrisa a lo que Mario logró asentir con una sonrisa, se comenzó a escuchar como unas gotas agresivas golpeaban el techo, refrescando de inmediato el establecimiento.
Aunque las temperaturas bajaron un poco, el calor del momento era reconfortante para ambos, se sumergieron nuevamente en charlas y temas que nunca antes habían tocado en entrevistas, sin embargo para ellos era un momento privado como si de dos viejos amigos se tratara, queriéndose conocer a detalle, desnudando cada duda que sentía el uno por el otro.<nota>
Una disculpa por lo tardío, espero que hayan disfrutado el capítulo, me alegra el corazoncito cuando me comentan. ❤️🩹
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Secreto en el "mar"
FanfictionEsta historia es con fines humorísticos, no se espera dañar a las personas involucradas.