Celos

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Los celos son algo natural en el ser humano, ya sea de forma romántica o envidia tras un éxito que no hemos logrado, aunque a nadie nos guste la emoción es parte de nuestra esencia.

Mario estaba en la cocina con mandil puesto volteando un omelet relleno mirando ese dorado perfecto, el aroma a mantequilla abría el apetito de los integrantes que estaban ansiosos por el desayuno a pesar que en el exterior ya eran las 4:00 pm, Arath estaba recién levantado, aún se podía notar por la voz y la manera en que caminaba.

— Extraño los omelet de mi esposa, ella los cubría con una sutil capa de queso y luego los decoraba con hierbas.— Dijo al asomar la vista al sartén mientras se rascaba el cabello, comenzó a bostezar tratando de despertar mejor, Mario hirvió en cólera tras escuchar tremendo atrevimiento, empuñó con fuerza la espátula y se limitó a decir. — Pues si tanto extrañas su omelet debes hacértelo solo, yo lo hago a mi modo.— refunfuño hablando entre dientes, pareciera que Arath le tiraron un balde de agua en el rostro pues a nada de segundos le cambió la expresión. — No, no me refería a que los tuyos se miran mal, pero esta bien, me haré los míos.—

— Muy bien, entonces déjame terminar de cocinar los de todos, me has ahorrado bastante tiempo. — dijo Mario mientras cocinaba nuevamente en silencio, pensando en lo tonto que había sido Arath al menospreciar su comida, "¿Cómo se atreve a comprarme con su esposa? Pff es un idiota, para que le estoy dando tantas vueltas al asunto, hasta parece que hice un berrinche a mi edad, que vergüenza Mario, tú eres un caballero, no debes comportarte como un tonto, solo que eso en verdad me molestó." El mayor estaba muy concentrado analizando y retorciéndose en su enfado cuando por fin terminó de cocinar Arath se ofreció a organizar la mesa, sin embargo Adrián se adelantó ayudando a Mario.
— Yo te ayudo mayo, recuerda que saliendo me debes una carne asada en tu casa.— Ambos regios comenzaron a reír, Mario comenzó a palmear la espalda de Adrián apurándolo, pasaron de largo la presencia de Arath lo cual le dejó desconcertado.
— Bueno, supongo que así es esto, un día estás bien y al otro no.— Se encogió de brazos para cocinar su desayuno mientras silbaba, estaba disfrutando la tranquilidad cuando escucho la voz grave del regio advertirle. — Espero que mayo se de cuenta que tú no eres su amigo y solo lo estás utilizando, yo sé tu sucio juego, cuídate Arath. — dijo con una sonrisa burlona llevándose consigo algunos cubiertos faltantes, el aura que emanaba era simplemente perversa, sin duda era un enemigo que no querías en la casa, el canoso no pudo responder nada aunque quisiera decirle en su cara que era un imbecil y lo cuán difícil era para él la situación donde se encontraba, solo soltó un gruñido batiendo con fuerza los huevos en el sartén. — Carajo. . . — mormuro entre dientes al darse cuenta que su omelet se había estropeado y ahora comería huevos revueltos, no le quedó más remedio que comerlos así, se acercó a la mesa con los demás, sentándose frente a Mario el cual tenía de compañero a Adrian como si este fuese un carroñero rondando su presa.
Para Mario fue difícil ignorar que el supuestamente expendido y perfecto omelet de Arath resultó en unos huevos revueltos de muy mal aspecto, el regio buscando sacar de sus casillas a Arath comenzó hacer comentarios burlescos  resaltando el aspecto poco apetecible. — Arath a la próxima deja el desayuno en manos de Mario, el tuyo parece que lo vomitó un perro.— La mayoría de la mesa soltó una risa haciendo pequeños remates terminando de colmar a Arath, sin embargo fue Mario el que intervino.
— No nos debemos de burlar de quienes lo han intentado, siempre es buen momento para aprender papacito.— dijo en voz alta Mario haciendo que Adrián guardara compostura, el canoso sintió un alivio pues un comentario más y habría explotado aunque ese no era su principal problema, sabía que Mario usaba apodos cariñosos sin embargo, ¿Era necesario usarlo con Adrián? Ese ser tan nefasto no se merecía nada. "Muy innecesario que le haya dicho papacito a Adrián, ni siquiera es su hijo y no eran tan buenos amigos cuando entraron, que no se haga el santo, que mañana tan horrenda." Arath estaba de muy mal humor pareciera que solo despertó para recibir malos tratos y escenas tontas de compañerismo.

Pasó la "mañana" y ambos adultos seguían distanciados, había un ambiente hostil rondándolos, Mario se la había pasado con Adrián hablando y riendo, incluso fueron juntos al gimnasio dejando plantando a Arath para hacer yoga juntos, no se podía negar que se habían estado evitando, en la hora de la cena estaban nuevamente reunidos contando anécdotas de su familia y pareja, Mario aprovechó para decir unas palabras en honor a su esposa, por acompañarlo tantos años, en los momentos más duros y en los más gratos.
— Mi amor si estás viendo esto, yo sé que si mi reyna hermosa, quiero decirte que te amo demasiado y te extraño con todo mi ser, eres la luz de mi vida, quiero que todos sepan la maravillosa mujer que tengo, mi motor de vida,  además que la canción de apertura en acábatelo es una canción tuya, una canción que me compuso.— Mario se puso de pie comenzado hacer la coreografía mientras cantaba el coro de la cancion. — Y te detengo  en la puerta y te vuelvo a desnudar, y se repite la escena y te amo una vez más, y me olvido del tiempo en tu boca. . .— Todos comenzaron aplaudir por la maravillosa interpretación que había echo Mario, Agustín soltó un comentario que a todos les saco una carcajada. — oye mashito se nota que eras una máquina para que te escribieran esa canción.— el de anteojos le dio una palmada en la cabeza. — Óyeme como que "era"? Aún lo soy, no sabes de qué hablas — Era de los momentos más tranquilos de la casa por la sana convivencia, al menos eso parecía pues Arath se notaba sumamente incómodo.

"Que necesidad teníamos de saber la letra de la canción, como si su esposa lo fuera a mirar, ella debe estar ocupada, ni siquiera hizo yoga conmigo, ¿Por qué se comporta tan raro? ¿Será que ya no quiere estar en el equipo? Ni idea, tampoco estaré torturando mi mente con ese tonto." Pensaba arath tras terminar de cenar levantándose de la mesa, dando una excusa de que debía dormir porque estaba muerto del cansancio, trato de buscar la mirada de Mario como si quisiera que lo detuviera un poco más pero este simplemente le ignoro.

<Nota>
Este capítulo ya estaba a la mitad, estaba un poco abrumada y no tenía inspiración pero sus comentarios me animan mucho, espero que lo estén disfrutando.

Secreto en el &quot;mar&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora