Rey de la cocina

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Transcurrió una semana tensa, el conflicto de Mariana con el mango, la pésima calidad de comida que hacía y cómo proporcionaba, el claro favoritismo en servir la comida, inclusive sabotaje con platillos mal cocidos, sazonados, todo con tal de incomodar a los integrantes de Mar, afortunadamente la dictadura de Mariana en la cocina había terminado tras su salida, dejando más tensos al equipo rival.
Mario no tardo en ponerse como opción al cocinar, aparte de ser un caballero también tomo algunos cursos, nadie se opuso pues la mayoría ni batir un huevo sabían.

— Por fin podremos comer tranquilos, yo no me fijaré en sus porciones, tampoco les negaré comida, pueden quedarse tranquilos.— Dijo Mario mientras cocinaba la cena inaugurando su nuevo espacio recreativo.
— Ya veremos que tal está tu sazón, espero que nos puedas impactar con tus dotes culinarios, viejo presumido.— Respondió Arath en tono de broma, ganándose un codazo de las chicas.
— No le digas nada a nuestro padre Mayito, deberías estar ayudándole.— Mencionó Brigitte mientras colocaba la mesa junto a Gala y karime.

Arath caminó sigilosamente hasta quedar detrás de Mario, apoyando la barbilla sobre el hombro del contrario, abrazando por encima de la cintura, viendo como cocinaba, no pudo evitar reír ante la torpeza del contrario, pareciera que Mario se había olvidado de cocinar o como sujetar un cuchillo en ese momento.
— No creo que seas tan bueno en la cocina si te olvidas de cómo cortar los vegetales.— Murmuró Arath sujetando el mango del cuchillo, cortando con dificultad por la posición, se negaba a separarse del pelinegro.

Mario estaba bastante sorprendido, todo parecía ser un estallido de emociones, emociones intensas y cálidas que recorrían cada rincón de su cuerpo, sentir el calor ajeno y el aliento a café tan cerca le hizo soltar un suspiro automático, por la pena que le invadía se le dificultaba cocinar, trato de zafarse en varias ocasiones pero Arath parecía que quería ser su sombra.
— ¿Cómo pretendes que cocine si está conmigo una chinche? Aléjate antes de que sienta otras cosas que me harían dudar de mi sexualidad.— Respondió Mario como broma, las chicas no pudieron evitar soltar una carcajada ante tal ocurrencia, aunque confundido ya se encontraba, Arath también soltó una carcajada y se alejo tomando el puesto de a lado.
— Te comprendería si te enamoras de alguien tan perfecto como yo.— Contestó arath alardeando sin perder la vista en los vegetales, cortándolos de forma fina mientras Mario sazonaba el pollo.
El de anteojos se sentía más relajado al no tener tan cerca al canoso, le parecía bastante adorable ver cómo hacían un equipo al cocinar juntos y las chicas poniendo la mesa, extrañamente lo asociaba con momentos que pasó en familia, tal vez porque así los sentía.
Cocinaron juntos entre risas y regaños por parte de Mario al mirar como Arath se atrasaba con varias cosas a pesar del mini estrés ocasionado la comida salió perfecta, cenando  todos elogiaron a Mario por la calidad de los sabores, extrañaban probar alimentos que les recordaran el amor de casa.

— Aunque no debo llevarme todo el crédito, Arath también me estuvo ayudando mucho.— interrumpió Mario los elogios evitando llevarse todo el crédito.
— Más ayuda el que no estorba.— respondió Adrián con una mirada fría dirigida a Arath mientras daba un bocado, el canoso no sabía cómo siempre el mismo regio lograba sacarlo de sus casillas, se cansó de quedarse callado y se limitó a decir.
— Exacto, por eso nunca te vemos cocinando.— Adrián estaba por contestar pero Mario le sujetó suavemente el brazo haciendo que se calmara, al menos le guardaba un enorme respeto a su compañero, tras ese momento amargo la cena fue bastante tranquila pero nadie lavó los platos, Arath algo ansioso por la limpieza comenzó a preparar todo para lavarlos, Mario se acercó para ofrecer ayuda.
— Tu me ayudaste con la cena, ahora yo te ayudo con la limpieza, tu friegas los platos y yo los enjuago y seco. — Empujo las mangas de su pijama hacia atrás y tomo una toalla de fibra para secar como si diera la orden de empezar.
— Me gusta la idea, aunque si no lo haces bien te voy a correr. — Respondió Arath comenzando a fregar los vasos, estaban en silencio cuando el canoso comenzó a silbar una melodía que para Mario parecía conocida.
— Esa canción, esa canción es entre caníbales de soda stereo.— Le había costado recordar la letra pero al instante comenzó a cantar en voz alta. — Tómate el tiempo para en desmenuzarme, aaah, entre caníbales.— Arath no tarde en hacerle coro, ambos estaban cantando y debes en cuando agregando letras que para nada tenían que ver, parecía una invitación más que una canción.
— Este instante espere a besarte, una oportunidad, una eternidad.— Mario frunció el ceño guardando silencio para reclamar.
— Oye así no va la canción, si no te la sabes limítate a silbar.— Arath comenzó a reír viendo como su invitación fue rechazada, sin darse cuenta habían dejado la cocina impecable.

<nota>
no me estoy concentrando en las eliminaciones, solo me gusta poner interacciones de Mario y Arath, la posición de ambos en la cocina está comprobada, no cuestionen como lo supe, espero que hayan disfrutado el capítulo junto a la referencia de soda stereo.

Secreto en el &quot;mar&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora