rebelde 4 temporada

24

Miguel caminó por la ciudad, mientras estudiaba si podía abrir allí una sucursal de su
empresa.
¿Expandirse a México, específicamente a la capital?
Volvería a ser cercano a sus amigos. Incluyéndola a ella.
- Mia.
Sacude la cabeza hacia los lados.
- está casada y tiene una hija. ¡Será mejor que dejes de pensar en su Miguel!
Despierta, se dijo a sí mismo.
Mientras tanto, en el centro comercial, Mia, Mel, Selina y Vick regresaban al
estacionamiento. El conductor estaba dentro del auto esperando cuando los vio, salió del
vehículo.
Conductor: ¿podemos irnos ahora?
Vick: pero ¿qué pasa con Miguel? No podemos ir sin él.
Conductor: El señor Miguel fue a un concesionario, creo que fue a comprar un auto
para poder moverse por la ciudad.
Vick: ¿coche? ¿Realmente tiene la intención de quedarse aquí en México?
Selina: haber comprado un coche sólo puede ser eso.
Empiezan a ponerlos en el maletero.

Mia, distraída, acaba diciendo: no fue a comprar un coche. Fue a comprar una
motocicleta.
Ambos la miran.
Vick: ¿cómo lo sabes?
Mia los mira avergonzada.
Mia: iI... Es fanático de las motocicletas, eh. Esto no es nada nuevo. ¿Es?
Pone sus cosas en el maletero y se sube al coche.
Selina y Vick se miran riendo.
Aunque ya no estaban juntos, Mía todavía tenía alguna conexión con Miguel, lo
conocía muy bien hasta el punto de saber qué haría sin siquiera intercambiar una palabra
con él.
Las chicas suben al coche y se van a casa.
Mientras tanto, en casa de Franco, todos estaban en el comedor comiendo su
merienda.
Santos: Creo que podríamos ver una película más tarde.
Alma: cierto, ¿verdad? Podríamos hacer palomitas de maíz y comerlas mientras
miramos.
Todos están de acuerdo.
Después de un rato, las chicas llegaron del centro comercial, todas se ducharon, y
Mia acababa de sacar a Mel de la ducha, y le puso algo de ropa, ya era tarde y el sol bajo
invadió gran parte de la casa de Mia. habitación. Se da cuenta cuando la luz se refleja en
los grandes ojos azules de Mel. - mi papá dijo que el lago se ve hermoso cuando miras la
puesta de sol, hija. ¿Quieres ir al muelle con mamá mirando?
Mel: ¡Sí! ¿Cantarás para mí hoy mami?
Mía: está bien. Yo canto. Me pondré una blusa y vámonos, ¿vale?
Mel: está bien.
Mia toma su blusa, Mel toma su mano y bajan al muelle.
Había un banco donde podían sentarse. Mia se sienta y levanta a Mel. La niña había
estado jugando todo el día, Mia sabía que fácilmente la haría dormir si cantaba. Comienzan
a observar el lugar, Mia muestra a los pájaros jugando para Mel mientras el sol comienza a
ponerse.
Mia comienza a cantarle a Mel algunas canciones que le gustaban, desde canciones
de RBD hasta canciones infantiles o canciones conocidas.

Miguel llegó a casa de Franco, aparca la moto, entran los coches de Giovanni y Diego,
se baja de la moto y se estira. Mientras Miguel se estira, termina mirando al cielo y ve que
se ponía el sol.
- Hace tiempo que no veo la puesta de sol. La vista desde el lago debe ser increíble.
Mel, ya tenía bastante sueño.
Mel: Mamá, canta esa nueva canción de ayer.
Mía: ¿nueva canción?
Mel: sí, el que cantaste por última vez.
Mía: ¿este corazón?
Mel: sí.
Mia: esta canción no es nueva, amor mío.
Mel: nunca lo has cantado antes.
Mia: está bien, cantaré para ti
Mía empieza a cantar.
- "cómo puedo recuperar tu amor..."
Mientras Mía cantaba, Miguel miró el lago desde la parte trasera de la casa de
Franco.
- foarte frumos.
Mira el muelle y decide ir allí.
- la vista debe ser mejor allí.
Camina por el muelle, siguiendo el lado derecho. Mia tenía a Mel al final. Y cuando
Miguel empezó a acercarse a la punta, escuchó a Mia cantar. Mel ya se había quedado
dormida, pero Mia no se había dado cuenta, quedó encantada con la vista y continuó
cantando.
Miguel se acerca y la mira, a través de la pared de la sala de fiestas.
Mia: "Cómo calmar esta profunda obsesión, Cómo le explico a mi alma que se
acabó...." Era inevitable no pensar en las veces que cantaba esta canción en vivo y cuando
besaba a Miguel.
Miguel aparece y canta su parte de la canción: "Me estoy volviendo loco por ti..."
Mia se asusta.
Mía: ¿Qué estás haciendo aquí? No lo arruines, estoy cantando.
Miguel: oye, sólo quería cantar mi parte.. Lo siento.
Ella se adapta.
Miguel se sienta en la barandilla, cerca del banco donde estaba Mia.
Mira el lago, fue una tarde hermosa con cielos abiertos, de verdad, la vista del
atardecer era muy hermosa al otro lado del lago.
Miguel: ¿te lo pierdes?
Mia se pone nerviosa: ¿qué? ¿Como esto? ¿Cómo te atreves? - Mía pensó que Miguel
estaba hablando de los besos que siguieron en la canción.
Miguel - cálmate, estoy hablando de la banda.
Mia, se avergüenza: Oh, sí, la banda.. a veces. Pero decidí que también es en el
pasado. Han pasado tantos años. Me dedico sólo a mi familia y a Colucci. (Compañía)
Miguel- oh, ya veo, estás haciendo un gran trabajo como reemplazo de tu padre.
Mía, seca, gracias.
Miguel simplemente baja la cabeza.
Mia lo mira.. decide no ser tan grosera, había hablado antes con las chicas sobre este
tema.
Mia: ¿Y tú? ¿falta? ¿Por qué no decidiste cantar más?
Miguel: No lo sé. A veces lo extraño, pero cantando... No lo sé.
Mia lo mira: "tiene algo diferente, parece triste".
Ella mira a Mel.
- hace frío. Necesito irme, Miguel. Voy a poner a Mel a descansar en una cama. Hasta
más tarde. - Ella se levanta.
Miguel se da vuelta: Mía... Lo siento por todo.
Mia lo mira, baja la cabeza y mira hacia otro lado; está bien, Miguel. Ya hemos
hablado de esto antes. Dar... Sí. Te perdono.
Se enfrentan por unos segundos y Mía se dirige hacia la casa, Miguel se gira hacia el
lago, estaba feliz, era la primera vez que había habido diálogo entre ambos desde que llegó
allí.
Más tarde, todos tenían unas bandejas de palomitas de maíz en la mano dirigiéndose
a la sala de estar.
Giovanni: ¿y qué vamos a ver?