rebelde 4 temporada

67

Todos buscaban los hangares del aeropuerto, el sol ya se ponía y empezaba a
oscurecer.
Miguel, estando en moto, era lo que buscaba más rápido, y por su ferocidad también
buscaba mucho a Mia y Mel.
Mientras Diego estaba con León en el auto, trató de recordar cuál era el hangar de
Antônio. Ya se encontraba en la región donde se encontraba el hangar donde Antonio
custodiaba su avión.
Antônio: bueno, las damas pueden subir al avión por favor.
Luego, Mia se levanta con Mel en brazos y comienza a caminar.
Aurora: lo que estás haciendo es una locura, hijo.
Antonio: sí lo es. Pero no hay manera de evitarlo, siempre he sido así... Impulsivo.
Pero el plan es genial. Y te encantará adónde vamos.
Aurora: ¿y adónde vamos?

ntônio: hagamos una pequeña escala para salir de la ciudad, es la forma más fácil
de salir de aquí con nuestro querido avión. Qué lugar iremos es un secreto, pero lo
interesante es el destino del viaje. Mía, ¿te gustan las cubas? Jaja
Mia luego le señala el dedo medio.
Antônio: Creo que a Mel le encantará. Conozco a un amigo allí, va a conseguir una
muy buena mansión en las playas de Varadero. Mía, el mar hay hermosas aguas azules, se
parecen a tus ojos jaja. - abre la puerta del avión y Aurora sube.
Entonces Mia se para frente a él.
Antônio: cambia esa cara Mia, pon una sonrisa en esa cara. te encantará. Y tú, Mel,
no te enojes.
La chica lo miró enojada.
Mel: ¡Quiero a mi papá!
Antônio: mi amor, pero soy tu padre.
Mel: ¡mi padre es Miguel!
Antonio respira hondo.
Antônio: ¿qué hiciste, eh Mia. Va a ser difícil sacar esta historia de su cabeza.
Mía: ¿no lo ves? Ni siquiera ella te acepta como padre, porque simplemente no
dejarás nuestras vidas, ¿eh? Ya no te amo y Mel ya no te reconoce como padre.
Antonio sonríe.
Antônio: es sólo cuestión de tiempo, te lo dije. Și... La amo, si fuera por ti estaría bien,
me iría. Por supuesto, antes me vengaría de tu novio, pero Mel no viviría sin ti y no quiero
estar lejos de mi hija. Y en cuanto a venganza contra MIGUE.. bueno.. jaja llevándote es
mucho más genial. - se acerca a Mia y los abraza a ambos.
Antonio: volvamos a ser familia, ¿y eso? También tendremos otro hijo, un niño
pequeño, tal como dijiste que querías.
Mia lo empuja.
Mia: ¡Estoy disgustada por ti, disgustada!
Ella le escupe en la cara.
Antônio respira hondo y se limpia la cara.
Antônio: súbete pronto a ese avión.
Mia: No quiero, déjame ir, Antônio.
Antônio: mira, no tengo paciencia, ¿vale? Debe haber mucha gente buscándonos, así
que súbete a ese maldito avión.

Mia se queda ahí mirándolo.
Antônio: está bien, lo que quieras.
Se levanta la camisa y revela que tenía una pistola en la cintura, Mia comienza a
temblar de inmediato.
Antônio: si no vas, la llevaré, ¿me entiendes?
Mía: ¡NO! Yo voy.
Antonio: genial. Entonces sube.
Mia entonces, muy asustada, empieza a caminar.
Aurora: ¿nos iremos o no?
Antônio: estaremos ahí mamá, tómatelo con calma.
Entonces Mia sube al avión y se sienta.
Antonio respira hondo.
Antônio: mujeres, siempre poniendo las cosas difíciles. ¡Abróchate el cinturón!
Luego camina hacia la gran puerta del hangar para poder abrirla y sacar el bimotor a
la pista. Y cuando comienza a abrir la puerta, ve el Lamborghini verde de Diego frente al
hangar de al lado.
Antonio: ¡qué carajo!
Cierra la puerta nuevamente y luego corre hacia el avión.
Antonio: tú - señala con el dedo a Mia - le dijiste que estabas aquí, ¿no?
Mia: ¿qué? Yo.. No dije nada, conservaste mi celular todo el tiempo y lo apagaste.
Antonio: ¡qué carajo! Baja, rápido, cambio de planes.
Diego: eso tampoco es todo. Pero maldita sea, probémoslo en el hangar delantero,
creo que fue así.
León: intenta recordar, Diego. Lo que está en juego es la vida de la hija de tu amigo.
Comienzan a caminar hacia el hangar de Antônio para comprobar si realmente era
ese.
Diego: Papá, respóndeme algo.
León: dilo.
Diego: porque.. porque estás comprometido a ayudarnos, ¿eh?
León: Sólo estoy ayudando, Diego. Sólo eso. Vamos, no tenemos tiempo.