•Capítulo 9•

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Cuando regresaron de las salas de práctica, Harry al menos sintiéndose cansado y relajado en cada músculo, casi había un sentimiento de festividad en los cuarteles. Harry se encontró extrañamente conmovido por el hecho de que nadie había quitado las mentas.

­-No nos dimos cuenta de cuanto trabajo hacían ustedes -dijo Louison, el compañero de Dean, como el cabrón perezoso que era-. Esta esa vieja tienda de tabaco en el Callejón Knockturn, su contacto en ese lugar parecía querer un soborno...

-Es una cubierta -dijo Malfoy, viéndose muy culpable.

-Y el gorila frente a ese marrullero lugar de Sinistra, parecía creer que iba a recibir un golpe...

-Solo sucedió una vez -dijo Harry, sintiendo su rostro sonrojarse-. Y se lo merecía.

-Los Inefables están quejándose. Esa aterradora señorita Granger nos llamó incompetentes... ¿Cuándo van a regresar chicos?

-Cuando puedan estar en la presencia de Potter sin masticar mentas -dijo Malfoy de forma ausente, mientras Harry titubeaba, dividido entre vengar el honor de Hermione y alejarse muy rápidamente de Louison-. Shacklebolt querrá todo el asunto de Hogwarts archivado y solo tengo media hora antes de reunirme con Smith para el almuerzo -añadió-. Dame tus notas, Potter. A puesto que esos archivistas imbéciles han estado metiéndose con mis archivos de nuevo. ¿Cuándo aprenderán a no jugar con la perfección divina?

Malfoy se inclinó y arrebató las notas antes de que estuvieran fuera del bolso de Harry y luego se marchó rápidamente, por lo que Harry todavía estaba sentado aturdido por la repentina acometida de la cercanía, calidez, cabello rubio húmedo y piel sonrojada por la ducha cuando Malfoy estaba en la puerta empujando a Cuthbert fuera de su camino.

Cuando finalmente apartó la mirada, estaba indignado de ver su anhelo sin remedio reflejado en el rostro de Louison.

-Desearía tener un compañero que haga el papeleo por mí -suspiró Louison.

Harry lo fijó con una mirada que le prometía morir por garras en alguna noche sangrienta (mío) y entonces la boca de Louison se aflojó alrededor de su menta y dijo, de forma aterrorizada:

-Hazme tuyo antes de que me mates.

Y Harry estaba a punto de gritar por Malfoy cuando Ron golpeó ligeramente a Louison en el hombro y lo roció en todo el rostro con el spray de menta.

-Gracias -dijo Harry, y lo dijo de todo corazón.

Ron se encogió de hombros.

-Bueno, tenía algunas horas libres. Pensé en darme una vuelta.

Después de que Louison había dejado de quejarse sobre creer estar ciego y se había alejado para ser sospechoso y francés en alguna otra parte, Harry le echó un vistazo a Ron y lo vio jugueteando con cosas: poniendo recta la regla de Harry, haciendo volar una pluma en el aire, y escondiendo el periódico matutino de Malfoy bajo una carpeta. No estaba viendo a Harry.

-¿Qué? -dijo Harry-. ¿Qué pasa, qué está mal?

-Oh nada, ya sabes, nada -respondió Ron, y al azar- Así que ¿Malfoy sigue viviendo contigo entonces?

-Sí -dijo Harry, mirando fijamente.

-Ha pasado mucho tiempo, ¿no es así? -dijo Ron, y todavía sonaba distraído, pero a Harry a penas le importaba-. Como, dormir tres meses en el sofá de alguien mas no es exactamente lo que llamarías normal.

-Malfoy no es exactamente lo que llamarías normal.

-Cierto -dijo Ron-. Pero él podría, ya sabes, comprar algún lugar lo suficientemente parecido a la mansión Malfoy para vivir... bueno, okay, en una escala dramáticamente más pequeña, pero algún lugar completamente blanco y lujoso como un estúpido pastel de bodas, conoces la clase de cosas que le gustan...

Mortalmente Hermoso |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora