The Hale's - Dark Awakening

4. Día de nieve

Derek se levantó temprano, como siempre. El calor del hogar contrastaba con el frío del exterior mientras se acercaba a la ventana, observando cómo la nieve caía suavemente. Los sonidos de la casa comenzaron a tomar vida: el crujido de la madera bajo sus pies, las risas suaves de los niños que ya estaban despiertos y la suave melodía de una música navideña que resonaba desde la sala.

—Papá, mira, ¡está nevando! —Exclamó Elijah, corriendo hacia él con una sonrisa en el rostro.

Derek se agachó y levantó a su hijo en brazos, mirando por la ventana junto a él.

— Sí, Elijah. Es una mañana perfecta. — Le respondió con una sonrisa, sintiendo el pequeño cuerpo de su hijo acurrucarse contra el suyo mientras miraban el paisaje blanco.

Hope, la más pequeña, apareció detrás de ellos, arrastrando un peluche que casi era tan grande como ella. Se acercó, frotándose los ojos, y se unió al abrazo familiar.

Ellie apareció en la puerta, con una taza de café en la mano y una sonrisa suave en el rostro.

—Tu papá ya está listo para llevarlos a jugar afuera, pero antes tienen que desayunar. — Dijo, acercándose a ellos y besando a Derek en la mejilla.

Derek bajó a Elijah y Hope, quienes corrieron a la mesa del desayuno, donde Deucalion ya estaba sentado, con una mirada calmada y divertida mientras observaba la energía de los niños.

—Siempre llenos de vida. — Comentó Deucalion, mientras tomaba un sorbo de su café.

—Es lo que hacen. — Respondió Ellie con una sonrisa, acercándose a la mesa mientras servía el desayuno.

La rutina mañanera en casa de Derek seguía su curso. Los niños, llenos de energía, hablaban emocionados sobre jugar en la nieve. Derek, observando a su familia, se permitió un momento de calma, agradecido por el calor de su hogar y la vida que habían construido.

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En la casa de Cora e Isaac, el ambiente era similar. Isaac se levantaba temprano para ayudar a preparar el desayuno mientras Cora intentaba contener a los gemelos, quienes corrían alrededor del comedor con la misma energía que los hijos de Derek.

—No puedo creer que ya estén tan grandes. — Comentó Rose, la madre de Isaac, mientras observaba a sus nietos desde la mesa.

—Y apenas estamos empezando. —Respondió Cora, sonriendo mientras intentaba que Jordan se quedara quieto lo suficiente para comer algo.

Erik, estaba entretenido con Derek Junior, ambos riendo y jugando con pequeños juguetes en el suelo. Sarah, la media hermana de Isaac, estaba ayudando a poner la mesa, siendo la más tranquila de los niños, aunque siempre observaba con curiosidad lo que hacían los demás.

— Hoy va a ser un buen día. — Dijo Isaac, acercándose a Cora y dándole un beso en la cabeza mientras ella terminaba de servir el desayuno.

George, sonreía mientras observaba la dinámica familiar, encantado de ver a todos juntos.

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Peter se despertó lentamente, sintiendo el cálido cuerpo de Verity a su lado. A pesar del frío que reinaba afuera, el interior de su habitación estaba tibio y acogedor. Todavía era temprano, y por un momento, disfrutó de la calma y el silencio, un lujo en una casa con niños pequeños.

—Parece que estamos teniendo una mañana tranquila, después de todo. —murmuró Peter, girándose hacia Verity, quien aún mantenía los ojos cerrados.

—No hables muy rápido. —Respondió ella, esbozando una sonrisa sin abrir los ojos.

Antes de que Peter pudiera contestar, se escuchó el sonido de pequeños pasos corriendo por el pasillo. Los gemelos, Alexander y Joshua, irrumpieron en la habitación con la energía que solo los niños pequeños pueden tener a tan tempranas horas del día.