12. El último aliento

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12, Diciembre, 1984

La luna brillaba tenuemente, iluminando las lápidas cubiertas de musgo y las estatuas desgastadas por el tiempo. Cada sombra parecía cobrar vida en la penumbra, y un escalofrío recorrió la espalda de Ronan mientras caminaba entre las tumbas. Sus pasos resonaban en el silencio, creando un eco que parecía burlarse de su decisión de estar allí. De repente, escuchó un susurro distante, como si alguien lo llamara. Miró a su alrededor, pero no había nadie. La inquietud lo envolvió, y decidió seguir el sonido, pensando que podría llevarlo a algo extraordinario.

Al llegar a una antigua cripta, la puerta de piedra estaba entreabierta. Sin dudarlo, empujó la puerta y entró. La oscuridad lo envolvió, y el aire era pesado y frío. En el interior, encontró un altar cubierto de velas derretidas y símbolos desconocidos. Sin poder resistir la curiosidad, se acercó y comenzó a examinar los inscripciones. Sin embargo, no estaba preparado para lo que estaba a punto de descubrir.

El aire vibraba a su alrededor y, de repente, un ser espectral emergió de las sombras.

Ronan, paralizado por el miedo pensando que habia alguien y no habia nadie, pero de repente aparecen letras en la cripta que terminó por leerlo.

" La curiosidad es un camino peligroso, y aquellos que buscan la verdad a menudo encuentran más de lo que desean."

El suelo comenzó a temblar y Ronan se asustó.

Ronan logró escapar tras reaccionar, corriendo por las estrechas calles del cementerio. Su corazón latía con fuerza mientras se alejaba del horror que había presenciado. Sin embargo, a medida que avanzaba, no podía sacudirse la sensación de que algo había cambiado en él. La experiencia lo había marcado, y la historia del Ghoul se había entrelazado con su propio destino.

Los meses pasaron, y Ronan se encontró atrapado en una lucha interna. Aunque había regresado a su vida normal, ya no era el mismo. La historia del Ghoul lo seguía, acechando sus pensamientos y alimentando sus pesadillas. No podía ignorar la verdad que había descubierto: el Ghoul era una advertencia, un recordatorio de que la ambición sin límites podría llevar a la perdición.

Finalmente, en principios del Enero de 1985, Ronan decidió regresar al cementerio, esta vez armado con conocimiento y determinación. Sabía que no podía permitir que el Ghoul siguiera su camino de destrucción. En su corazón, sentía que debía detenerlo, aunque eso significara enfrentarse a la misma oscuridad que había creado.

La noche era fría cuando regresó, y el aire estaba cargado de una tensión palpable.

Al regresa, no había nada y la cripta se volvió normal.

12 de enero de 1985

La noche caía sobre Nueva York, sumergiendo la ciudad en un manto de sombras y luces titilantes. Ronan caminaba por las calles desiertas, sintiendo cómo el frío de enero calaba hondo en su piel. Tenía dieciocho años, pero el peso de la tristeza que llevaba en su corazón lo hacía sentir mucho más viejo. La reciente pérdida de su madre lo había dejado vacío, un contenedor de dolor y soledad, buscando un sentido en un mundo que parecía haberlo olvidado.

Tras días de vagar sin rumbo, sus pasos lo llevaron a un viejo parque. Era un lugar que había sido un refugio en su infancia, un espacio donde la risa y la inocencia aún resonaban en su memoria. Sin embargo, lo que encontró allí no era la alegría de su niñez, sino un aire denso y opresivo, como si el parque mismo estuviera de luto.

Mientras se sentaba en un banco, sus pensamientos se tornaron oscuros. El dolor que sentía se convertía en rabia, y la rabia, en un hambre voraz. Miró a su alrededor, sintiendo que el lugar era testigo de su sufrimiento, un eco de su desesperación. En medio de su agonía, una extraña atracción por lo prohibido comenzó a nacer en su interior.

The Hale's - Dark Awakening Donde viven las historias. Descúbrelo ahora