The Hale's - Dark Awakening

7. El pasadizo misterioso

El sol emergía lentamente por el horizonte, bañando el paisaje con un tono cálido, aunque no lograba disipar por completo la ligera niebla que cubría el camino. Derek manejaba en silencio mientras se alejaban de la cabaña de Deucalion. Habían dejado a los niños con él, confiando en su retiro del mundo sobrenatural para mantenerlos a salvo. Sin embargo, la inquietud persistía en el aire, una sensación que Derek no podía sacudirse.

Ellie, sentada a su lado, miraba por la ventana, aparentemente perdida en sus pensamientos, aunque sus manos se movían nerviosamente en su regazo. La quietud del ambiente exterior contrastaba con la creciente tensión interna del grupo. Sabían que el misterio del agujero no era algo que se pudiera ignorar, y el peso de lo desconocido empezaba a sentirse cada vez más real.

Al llegar al lugar de encuentro, Peter, Verity, Cora e Isaac ya estaban esperando junto al edificio. La estructura abandonada se alzaba, deteriorada por los años, y aunque la luz del sol la bañaba por completo, una extraña sombra parecía envolverla, como si la luz no quisiera tocarla del todo.

Peter, siempre con su habitual actitud despreocupada, fue el primero en hablar.

- Perfecto, justo a tiempo para otra excursión al abismo. - Comentó Peter, con su acostumbrado tono de sarcasmo.

Verity, quien rara vez dejaba pasar los comentarios de Peter sin una réplica, esta vez lo ignoró. Su rostro mostraba una concentración inusual mientras mantenía la vista fija en la entrada del edificio.

- Esto no es un juego, Peter. Algo está pasando aquí, y no es solo un agujero en el suelo. - Dijo Verity, su voz calmada pero firme.

Derek asintió, su mandíbula tensa. Todos sentían lo mismo: la sensación de que algo, aunque invisible, los estaba observando desde las sombras.

- Sabemos que lo que sea que encontramos aquí no va a ser fácil de entender. - Dijo Derek, dando un paso hacia la entrada. - Pero no podemos retroceder ahora.

Ellie observó al grupo antes de acercarse al edificio junto a Derek. El lugar tenía una extraña energía, algo que no lograban identificar, pero que los mantenía en guardia.

- Tenemos que ser más cuidadosos esta vez. - Murmuró Ellie. - Si hay algo más aquí, lo sentiremos antes de volver a caer en lo desconocido.

Cora, siempre más cauta, se mantuvo observando el entorno, intentando captar cualquier señal de peligro, mientras Isaac encendía una linterna para iluminar los oscuros pasillos del interior. El lugar había cambiado poco desde su última visita, pero había una opresión en el aire que parecía más intensa.

- Esto se siente peor que la primera vez. - Comentó Cora, mientras descendían lentamente las escaleras que llevaban al sótano, el lugar donde habían encontrado el agujero por primera vez.

Peter, detrás de ellos, sostuvo su linterna en alto, iluminando el polvo que flotaba en el aire. El silencio era abrumador, roto solo por el eco de sus propios pasos en el suelo.

- Lo que sea que encontremos esta vez, no estamos solos. - Dijo Peter, su tono aún bromista, pero con una seriedad oculta detrás.

Derek, al frente, se detuvo cuando llegaron al sótano. El agujero seguía allí, en el mismo lugar, oscuro y profundo, como una herida abierta en la tierra que no dejaba ver su fondo.

Isaac se detuvo en seco, su linterna temblando ligeramente mientras dirigía el haz de luz hacia una esquina más oscura del sótano. Sus cejas se fruncieron mientras enfocaba la pared del fondo. Algo parecía diferente, algo que no había estado allí la última vez que vinieron.

- Oigan... - Su voz apenas era un susurro, pero fue suficiente para llamar la atención de los demás. - Creo que encontré algo.

El grupo giró hacia él, las linternas iluminando el área donde Isaac señalaba. A primera vista, parecía solo una sección más del deteriorado muro de concreto, cubierto por el polvo y las sombras, pero cuando Derek se acercó, pudo ver lo que Isaac había descubierto. No era solo una grieta o una simple hendidura. Había otro agujero, pero este no era tan profundo ni irregular como el primero. Parecía más bien un pasadizo, uno que descendía hacia las profundidades del edificio, oculto detrás de las ruinas y el polvo.