The Hale's - Dark Awakening

9. Cementerios en ruinas

2003, Mayo, 21, Beacon Hills

Era una noche fría y Derek se encuentra con una linterna investigando en el cementerio, era bastante curioso. A su lado se encuentran Peter Hale que temía que su hermana se enterara que están afuera tan tarde y al otro lado, Ellie, la que en el futuro es la esposa de Derek.

- ¿Estás seguro que tu querido hamster se ha colado en un cementerio que da escalofríos? - Pregunta Peter, quién en ese tiempo tenía ya dieciocho años.

- Lo sé, porque he captado su esencia. - Responde Derek a su tío.

Ellie revisa el lugar y escucha un sonido, era el hamster de Derek.

- ¡Mira! ¡Está allí! - Señala Ellie y Derek dirige su mirada hacia donde señala Ellie.

- ¡Mancusin! - Grita Derek emocionado mientras iba a por su hamster.

- En serio, ¿porque le puso ese nombre? Sigo sin entenderlo. - Se queja Peter mientras resopla.

Pero esa noche fría no era lo único que había, el hamster de Derek estaba asustado y Derek se asomó y vió algo aterrador, un cuerpo destrozado. No lo hizó su hamster, sino algo más que está allí y Derek gritó.

Actualidad, Nueva York

Alcide estaba sentado en la mesa del hotel, su mirada fija en un viejo periódico del año 2003. La noticia hablaba del misterioso hallazgo de un cuerpo destrozado en un cementerio de Beacon Hills. En la foto, un joven Derek Hale, junto a Peter Hale y Ellie Jones, eran interrogados por el agente Stilinski, quien más tarde se convertiría en el sheriff de la ciudad. La noticia había sido cubierta como un caso aislado, pero Alcide sabía que aquello había sido solo el comienzo.

Mientras repasaba la información, algo le llamó la atención. Había detalles que no cuadraban, como si las autoridades hubieran pasado por alto algo importante. Las circunstancias de la muerte seguían siendo desconocidas y el caso había sido cerrado rápidamente. Pero Alcide estaba seguro de que aquella criatura a la que llevaba años persiguiendo podría haber estado involucrada. Tal vez ese cementerio escondía más secretos de los que jamás imaginaron.

Mansión Hale, Nueva York

Derek estaba en el salón de la mansión, una antigua propiedad que había restaurado tras regresar a Nueva York con su familia. Frente a él, sus hijos Elijah y Hope lo miraban con atención mientras él les contaba historias del pasado.

-Y ahí estábamos. - Decía Derek, su voz tranquila pero con un toque nostálgico. - En pleno cementerio en mitad de la noche, buscando a Mancusin.

Hope soltó una risita, divertida por el nombre del hámster.

-¿Y por qué lo llamaste Mancusin, papá? -Preguntó Elijah, con una sonrisa traviesa.

Derek se encogió de hombros, recordando esos días con cariño.

-A esa edad, tenía mis razones... Que ahora no tienen mucho sentido. - Respondió Derek, sonriendo de lado.

Ellie, quien estaba sentada cerca, observaba a Derek con una mirada cálida. Conocía bien esa historia, y sabía lo mucho que esa noche había marcado a Derek, no solo por el descubrimiento del cadáver, sino porque había sido la primera vez que él había sentido el verdadero peligro del mundo sobrenatural.

-No fue solo un cadáver. - Agregó Ellie, mirando a los niños. - Fue algo más. Algo que nos hizo entender que lo que creíamos conocer del mundo sobrenatural no era ni la mitad de lo que había ahí fuera.

Peter, quien también estaba presente, se cruzó de brazos y dejó escapar un resoplido, recordando lo mucho que había temido la reacción de Talia si se enteraba de que estaban fuera tan tarde.