La esencia vital llamada Llia se presentó en nuevas generaciones de la raza Crystallia y mixta del planeta, la unión debe ser compatible, sino los individuos fallecen. Para evitarlo, confían en la infalibilidad de la base de datos conocida como Alth...
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Todo empeoró desde la visita de la agente de Althea. Antes de eso, mi vida podría decirse que era normal, estaba tranquilo tras mudarme a una ciudad sin Crystallias por doquier, donde no representaba peligro para nadie.
—Noah —el tono de suplica me ha e verla a los ojos—, dime qué es lo que pasa, no pidas perdón sino sé de qué hablas.
Aquello me tomó desprevenido, he estado rodeado por más personas que entienden el tema, no hacía falta explicarlo hasta ahora. Había olvidado que Alena no está en el área de Althea, es ajena a todo lo que sea información sobre el sistema.
—Voy a confiar en ti, en ustedes más bien —ambos se miraron y afirmaron con la cabeza.
—Una falta no hace daño —menciona el albino al poner en marcha el auto.
—¿Estarás bien? —Alena al fin me suelta—, podemos caminar, deberías alejarte de mi.
Él soltó una carcajada. Miró por el retrovisor nuevamente antes de volver la vista a la calle.
—¿Sabes que significa lliarah? No le digas, Alena —ante eso negué.
—Sólo conozco algunas palabras, y son hola, adiós, contar hasta diez —Alena estaba conteniendo la risa tras mis palabras—, negro y blanco.
—Bueno, no debí preguntar —Alena soltó la risa.
—Hasta un niño —decía entre risas—, sabe más palabras que tú.
Alena sabe que no tuve la educación mixta como lo hacen en la ciudad, crecí en el campo, tuve la materia de idiomática en último año, y faltaba casi siempre, teníamos una profesora Crystallia.
—Alena, déjalo —decía y desde aquí se le nota la curva burlona de sus labios.
Apoyé mi cabeza en la ventana, al menos es un auto con ruedas, podía sentir la vibración que transmitía a mi cabeza el estar tocando el suelo. No era placentero, pero ayudaba a dejar de pensar.
—Como te decía —volvió a la normalidad después de reír con su novia, récordandome que no crecí en la ciudad—, Lliarah significa "mi vida" o "mi alma gemela", así lo entienden en otras idiomas de la tierra. Pero para un crystallia, es una declaración de amor profundo y eterno.
—En su idioma, "Llia" representa el alma —continua Alena dinujando algo en el aire—, aquello que los mantiene vivos y que busca completar su esencia en otra —, "Rah" añade una connotación de pertenencia, de algo único y sagrado.
—Llamar a alguien Lliarah significa que el vínculo entre ellos no es solo físico, la persona que no solo complementa su Llia, sino que también la refleja, la enriquece y la hace vibrar en perfecta armonía.
—Todo un romántico —agrega la castaña con el rostro enrojecido—, pero él intenta decirte que mientras yo esté aquí, no corre peligro de cristalización.
