Las personas vestían de colores como negro, azules o marrones, había ciertos abrigos llamativos, pero Tristan lleva uno celeste claro que parece vestido, y con su cabello destacaría entre la multitud de colores oscuros, los tonos claros que veo son rubios, pero no está el blanco entre ellos. Me detengo frente a un poste de luz.
—Gasté mis solares para que tengas el collar —murmuro pateando el hierro—, quería un día tranquilo hoy.
Largo un suspiro resignado. Cómo se esfumo tan rápido ese chico, si apenas lograba seguirme el paso la otra vez. Camino por el lugar de nuevo, pero esta vez prestando más atención, el mercado de Áurea era un lugar donde podías encontrar cualquier material u objetos, tanto humanos, mixtos y crystallia pueden visitarlo, por ellos casi nunca vengo, y pensé que Tristan estaría cómodo si sale de mi habitación. No quería dejarlo salir, pero recordando el hecho de que en verdad nadie lo conoce como príncipe, y tampoco tiene datos cargados, significaría que ha estado viviendo encerrado en su residencia.
Me siento en una banca de piedra cerca de una pequeña fuente, observando cómo el agua corría entre fragmentos de cristal incrustados en la estructura. Los sonidos del mercado me envolvían; las voces mezcladas con el murmullo del agua, una burbuja con forma de nota musical se acerca a mi y explota, un sonido suave y armonioso me hace buscar el instrumento.
—¿Música? —busco con la mirada hasta ver una flauta de Resonancia, me levanto al ver cabello blanco entre las personas cerca del artista.
Fabricadas a partir de cristales energéticos puros, estas flautas producen notas que parecen flotar en el aire, creando ondas suaves que se sienten casi etéreas. Las flautas son utilizadas en meditaciones colectivas y rituales de purificación, ya que su sonido es calmante. Había olvidado que hay músicos en el mercado, con lo maravillado que estaba Tristan con unos cristales, eso seguro lo atrajo como anzuelo al pescado.
Me hago espacio entre las personas acumuladas alrededor, mis ojos intentan no perder al albino de vista, al llegar al frente me sentí engañado, no era el cabello de Tristan, era un mixto que regateaba con el dueño de un puesto de frutas, ni siquiera estaba viendo la presentación, lo vi por encima y caí en ilusiones.
Lo miro curioso, tiene la piel morena, un poco más oscura que la mía, me acerco al puesto, quizás Tristan este buscando donde comer algo, no desayunamos. De reojo noto sus ojos, de un azul apagado, se movían con rapidez, evaluando lo que compraba con una eficiencia práctica.
—Son seis vynar —decia el joven tras juntar el pedido y entregarlo.
—¿Tienes cambio de solares? —preguntó con una sonrisa amplia al tomar la bolsa de frutas, saca su billetera y mira al chico—, ah mira, tengo vynares.
Era fácil pasar desapercibido en un lugar como este. Para muchos, era solo otro ciudadano más, pero yo no podía evitar sentir curiosidad por lo que significaba ser parte de dos mundos que siempre parecen estar en conflicto, además de que resalta a mi vista su cabello y piel, contrastan de una forma increíble. Es poco probable que un mestizo tenga características Crystallia, y verlo es algo que pensé no hacer.
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Althea: Sistema de compatibilidad
Bilim KurguLa esencia vital llamada Llia se presentó en nuevas generaciones de la raza Crystallia y mixta del planeta, la unión debe ser compatible, sino los individuos fallecen. Para evitarlo, confían en la infalibilidad de la base de datos conocida como Alth...