Todo puede cambiar

En mi cuarto

Ya todos se fueron y yo no tenía la mínima ganas de hablar con nadie de mi casa, no perdí tiempo y subí a mi habitación, a darme un baño relajante y quitarme todo el maquillaje.

Ya estoy en la bañera y solo puedo pensar en él, no sé porque, pero me gustó pasar tiempo con él y me sentí cómoda, nunca me había sentido así, ni con mi propia familia.

O sea, lo veo perfecto, cómo si lo mismo dioses lo hicieran... Tiene un cuerpo delgado, pero lleno de músculos, es largo, esa cara que me dice que es el mismo diablo en persona, esa nariz escupida y esos labios que me traen loca.

Ya salí del baño, estoy sentada delante de mí cómoda y del espejo, peinando me el cabello, para acostarme en la cama, ante de hacerlo revisaré esos mensajes, para ver de que se trata.

Móvil:

Mensaje #1: Hola, soy el hijo del mejor amigo de tu abuelo. Y si te preguntas cómo conseguí tu # me lo dió tu primo, él es mi mejor amigo y esperó que no te moleste en un futuro conmigo, por esto, nos vemos en la cena.

Mensaje #2: ya veo que no me respondiste el mensaje anterior, no sé cómo tomarme lo, pero bueno, ese vestido te queda bellísimo y ese perfume me trae loco.

Cuando leí esos mensajes, me puse algo nerviosa por el último en verdad, que me está pasando....