Todo puede cambiar

¿Y tú hijo?

Nos fuimos a cenar y estábamos en silencio hasta que lo interrumpió creo que se llama así, Estefan preguntando, en dónde estaba mi tío y mi abuelo le contestó que cuando terminara de hacer una cosa venía, con toda su familia aquí, o sea, mi tía y mi primo.

Terminamos de cenar, justo a tiempo porque llegó mi tío con su pequeña familia, saludamos a todos y nos sentamos todos en la sala, los mayores tomando bebidas alcohólicas y nosotros refrescos o jugos.

Estefan: ya es hora de hablar de lo que vine, ¿Verdad?
Kenzo: sí tiene razón
Jonny: chicos, pueden salir y dejarnos a solas porfavor.

No dijimos nada y nos levantamos de nuestros asientos para salir de hay, pero mi mayor error fue pasar por delante de mi abuelo. Porque al momento que pase por hay, me agarró de la mano y me sentó enzima de él y yo me quedé quieta porque se que no le podré ganar, hasta que se metieron mi papá y mi tío.

Estaban hablando le, no se dé que, no podía escuchar nada, porque sentía las manos de mi abuela apretando me más de la cuenta y eso me dolía y yo solo me pude centrar en eso, porque sigo sin entender porque me hace eso, no sé da cuenta que me está lastimando o que.

Ya lo pudieron calmar pero a los segundos me soltó y yo al momento me pare y no dije nada, solo salí de la casa porque necesitaba aire fresco, porque sino me iba a poner a llorar como una cachorra delante de todos ellos y no gracias.