Todo puede cambiar

Una noticia y permiso aceptado

Estaba en mi cuarto, cuando mi hermano me vino a buscar, para cenar, que vinieron mi tío, mi tía y mi querido primo. Si vinieron es porque tiene que hablar algo de la manada o tienen que decirnos algo, bueno eso lo descubriremos más tarde.

Bajé y ya todos estaban sentados en la mesa, no perdí tiempo y me senté y saludé a todos ya cuando estaba sentada. El ambiente era de familia, cómo me gustaba a mí y de charlas y risas.

Bella: bueno, a lo que vinimos fue, a darle una noticia
Luciana: pues no pierdan más tiempo y dinos ya
Kenzo: hermanita cálmate, solo queremos decir
Bella, Kenzo: que estamos esperando a otro cachorrito.

Cuando dijeron eso, todos empezamos a gritar de felicidad, la primera que se levantó fue mi querida madre y abrazo a los dos, luego me levanté yo, después mi abuelo, después mi padre y por último mi hermano, cómo siempre. Ya nos calmamos y estábamos comiendo nos el postre, que es helado con flan, que ricooooo.

Martín: familia, puedo pedir permiso, por mi prima y por mí.

Cuando él dijo eso me quedé mirando lo, porque no sabía nada, pero actúe normal, como si yo supiera lo que es de verdad.

Kenzo: a ver, cuente nos pues
Martín: Es que me invitaron a ir a una fiesta a una piscina y bueno yo no quiero ir y pensé que ir con mi prima no es mala idea
Mateo: yo no pienso dejar a mi querida nieta ir, lo siento.

Ya me lo imaginaba, me está cansando este viejo posesivo.

Mateo: bueno pensándolo mejor, si puede ir pero si va su hermano
Martín: está bien, abuelo, mañana los vengo a buscar.

Cuando mi abuelo dijo eso de mi hermano, me iba a quejar, pero ante de eso mi primo me tocó la pierna y lo miré y me hizo una señal que no me preocupara y bueno no lo hice, confío en el al cien porciento.