𝐀𝐋𝐎𝐍𝐄 𐙚YorxLoid [Spyxfamily]

3[fin]

Luego de un rato de estar comiendo, al terminar, Yor rompió el silencio incómodo entre ambos.

—Perdón por la patada, no fue mi intención... yo... —se mordió el labio, nerviosa— me puse nerviosa por tu voz —confesó, con un leve temblor en sus palabras.

Loid, sorprendido por su sinceridad, no pudo evitar soltar una pequeña risa, divertida por la ternura de Yor.

—No te preocupes, Yor. Está bien, de verdad —le sonrió, causando que ella volviera a ruborizarse, una sensación que ya se estaba haciendo más común en ella.

Yor, incómoda con la situación, se levantó rápidamente de la mesa.

—Iré a lavar los platos —dijo, mientras recogía los platos sucios.

Loid la observó mientras se alejaba, jugueteando con sus dedos. En ese momento, su mente comenzó a divagar. Pensó en lo que había sentido en los últimos días, y en cómo esa falsa relación que había creado con Yor había despertado en él sentimientos que nunca había planeado. Loid, quien había pasado su vida desconfiando de todos, ahora se encontraba... ¿enamorado?

Suspiró, aceptando la verdad que había estado evitando. "Estoy enamorado de Yor", pensó, mientras sus ojos la seguían. No pudo evitar fijarse en la parte descubierta de su abrigo mientras se inclinaba para lavar los platos. Por un momento, su mirada se deslizó hacia sus piernas, sintiendo una tentación creciente.

Finalmente, se levantó, incapaz de quedarse quieto. Caminó hacia la cocina, silencioso, sin que Yor lo notara. Se acercó sigilosamente hasta que, en un impulso, apoyó su cuerpo contra el de ella, colocando su pecho contra su espalda y sus manos en el borde del lavaplatos, atrapándola entre él y el fregadero.

—¿Quieres que te ayude? —susurró suavemente en su oído, sintiendo cómo el cuerpo de Yor se tensaba ante su cercanía.

Yor se estremeció, su mente en caos, pero luchó por mantener la compostura.

—N-no, estoy bien... —su voz tembló, mientras trataba de calmarse, pero el calor de Loid en su espalda no ayudaba.

Minutos pasaron, pero ninguno de los dos se movía. La tensión entre ellos aumentaba, el silencio solo era interrumpido por el suave chorro de agua que caía sobre los platos. Loid, aburrido de la inmovilidad, se permitió algo más: sus dedos comenzaron a deslizarse tímidamente por la espalda descubierta de Yor, subiendo y bajando en un suave roce.

Yor tragó saliva, su corazón latiendo con fuerza, pero continuó lavando los platos, fingiendo que nada sucedía. Sin embargo, el tacto de Loid le hacía difícil concentrarse.

Cuando finalmente terminó de lavar los platos, se giró lentamente, encontrándose con el rostro de Loid justo frente al suyo. Él la había acorralado sin querer, con sus brazos apoyados a ambos lados de ella, mirándola fijamente. El aire entre ellos se volvió pesado, lleno de tensión no resuelta.

—Dime, Loid... ¿qué estás intentando hacer? —preguntó Yor, entre nerviosa y curiosa, mientras tomaba una botella de sake de la estantería cercana y le daba un trago rápido.

Loid, sorprendido por su franqueza, sonrió con una mezcla de diversión y nerviosismo.

—La verdad... solo estoy siguiendo lo que mi cuerpo y mi mente me piden hacer —dijo, con una voz más suave de lo normal, notando cómo los ojos de Yor comenzaban a llenarse de rubor.

—¿Y por qué...? —preguntó Yor, su voz temblando ligeramente, aún sosteniendo la botella en una mano.

Loid, en ese momento, decidió ser honesto.