º Final º

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- Tiene pulso -

......

Aldo y Samantha fueron llevados de urgencia al hospital.

Y no podía creer el hecho de que había matado a tiros a Juan.

Yo.

De todas las personas.

Dejé que la comprensión se hundiera.

En los días que siguieron, fui interrogada por la policía y el FBI.

Les conté todo sin dejar ningún detalle.

Mi abogado, Alexis se había recuperado de sus heridas y estaba contento de que hubiera terminado.

Se sorprendió al saber que Juan había sido el responsable de todo.

¿La razón?

Venganza.

Intenté durante los días siguientes sentir dolo o remordimiento por un amigo que había perdido pero, en cambio, me sentí aliviada.

Juan había asesinado a personas sin piedad, alguien tan inocente como Ama y había obtenido lo que se merecía.

Vi a Aldo recuperarse cada día.

 Apenas habló, sus ojos atormentados por los horrores de lo que había sucedido.

No pude culparlo. Había pasado por mucho.

Coloqué las flores a un lado de la cama y me senté a su lado.

Él estaba leyendo un libro.

- ¿En serio estás leyendo Harry Potter otra vez? - le pregunté, sonriendo.

- ¿After all this time...? -

Él me devolvió la sonrisa. - Always -

- ¿Cómo te sientes? - pregunté, colocando una bolsa marrón de más libros al lado de su cama.

Me salí de mi camino y le compré un poco de Manga y otros cómics.

Aldo me miró y luego miró hacia otro lado.

Reconocí esa expresión. - Siempre te he admirado como una hermana mayor, a pesar de que actúo como un hermano macho y mayor todo el tiempo. Después de que mamá y papá murieron, tú eras todo lo que quedaba y cuando conociste a Samantha, sentí que perdí esa conexión contigo. Empecé a sentirme inseguro. Y, sinceramente, lo odiaba. Parecía depredador, la forma en que te miraba. Y me dije: Toma las cosas en sus manos y sé el hombre de esta casa. Quería que se fuera -

- Bueno, ahora no tienes nada de qué preocuparte - le dije con amargura.

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir? - preguntó inocentemente.

- Se fue, Aldo. Después de que Samantha recibió atención médica, simplemente recogió sus cosas y se fue -

Lo cual era tan típico de Samantha, que ni siquiera debería sorprenderme.

Aldo sacudió la cabeza. - Lo siento. Quería agradecerte. Hoy estoy vivo y respirando gracias a ella. Me encontró enterrado e intentó hablar conmigo y me dijo que mantuviera la calma. Si la ves de nuevo, por favor hazme un favor y dale las gracias por mí  -

- Y otra cosa, quería disculparme contigo... - dijo y luego se detuvo.

La miré a los ojos y descubrí que estaba tratando de no llorar delante de mí. Ahuequé su rostro con mis dos manos y limpié sus lágrimas.

- No necesitas decir nada, Aldo. Entiendo -

- No. Necesito sacar esto de mi pecho -

Se atragantó y luego rompió en sollozos.

°Asilo Mental° || Adaptación Rivari ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora