A Jorge se le ocurrió hacerle una pequeña broma a Silvia, pero a como sabía que aveces era muy impulsiva le daba miedo la respuesta que ella le pudiera dar.
-Eso es lo que quieres Silvia?.- preguntó con una fingida indignación, que para en ese momento le salía tan real, que el mismo se asustaba.- si es lo que quieres, voy a aceptar y a respetar tu dedición.- dijo temblando de nervios.
-Okey.- respondió de inmediato Silvia y se dio la vuelta para ir nuevamente hacia dentro del antro.
Jorge abrió los ojos como plato y de inmediato fue tras de ella, la agarró del brazo y de la cintura la atrajo hacia el, le dio la vuelta en dirección al coche y la pegó contra la puerta del copiloto, dandole la espalda a el.
-Tu estás más que loca si me llegas a dejar, algún día, no te lo perdono jamás. Tú y yo vamos a estar juntos para toda la vida, okey, tú eres mí, solo mía y jamas te podrás librar de mí, a como yo jamas me podre librar de ti.- habla tan seguro, posesivo y en susurró a la vez, que a Silvia le encanta tanto y hace que se estremesca.
-Pues no lo creó.- miente.- y peor si sigues con tus mamadas.
-Mamada la que te voy hacer ahorita.
Los dos rien a carcajadas con complicidad, Silvia se voltea hacia el y lo abraza por el cuello y el por la cinturita.
-Pues ya no seas tan tonto, y no me hagas enojar con esas tonterías, siento que hasta ya aburro diciéndote lo mismo siempre, pero es la verdad, eres el único con el quien yo quiera estar por el resto de mi vida, porque te amó y ya.
-Yo te amo mucho, mucho, mucho más mi terroncito de azucar, te amo silvia.- la besa apasionado profundizando el beso.
Silvia con su rodilla acaricia el bulto que hace Jorge en sus pantalones, este gime en su boca, pues lo siente tan duro que ya le duele tenerlo encerrado.
Abre la puerta de atrás y la mete cuidadosamente, sin dejarse de besar. Silvia sube al coche y queda a costada, Jorge se sube en ella un poco incómodo pues el lugarcito es muy pequeño. cierra la puerta.
Se siguen besándose tan apasionado y tan urgidos por hacerlo. Jorge levanta con un poco de dificultad a Silvia y la hace sentarse en sus piernas; se le sube el vestido hasta su pequeña cintura, demostrando, la pequeña lencería que lleva puesta, Jorge gime ahogado.
-Joder que delicia, mira nomás.- acaricia sus pompas con pertenencia, le da una nalgada y se las aprieta a la vez, Silvia jadea con gusto en el odio de el, mordiendo el lóbulo de su oreja.
Empieza a moverse sutilmente en él, hasta que lo hace jadear de deseó, se separa por fin de su cuello, para verlo a los ojos, y empieza a montarlo de arriba hacia abajo, cayendo con fuerza sobre su miembro cada que hace un movimiento hacia abajo, poniéndose lo más duro, Jorge aprieta sus labios por inercia.
Jorge intenta desabrocharse la camisa, pero no puede, sus manos y todo su cuerpo completó tiembla de lo excitado que está.
-Ayudame con mi camisa preciosa.- le pide a Silvia, ya que sus dedos no pueden desabrochar su camisa. Silvia sin pensarlo dos veces, ayuda con eso, mientras lo besa a la boca.
Cuando logra desabrochar la camisa de Jorge, se separa de sus labios y mira su cuerpo, le fascina tanto el cuerpo de Jorge, mientras pasa las uñas en los espectorales con vellos, se muerde el labio tan sensual que Jorge se estremece y ese pequeño movimiento, hace que la excitación de ambos se haga más fuerte que ellos y sientan tanta ganas de sentirse. Jorge la despoja por completo del vestido, teniendo a la vida sus pequeños, redondos y delicuisos senos, viendo como sus pezones se endurecen en sus manos.