En camino a lo incierto

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Eddie se estaba muriendo del sueño en el lomo de Vón que iba galopando lo mas rápido que podía hasta la ciudad. El niño se dio de cuenta de algo subliminal, a medida que pasaba los segundos su cuerpo y su mente iban envejeciendo. Esto es debido a que el tiempo en el bosque fluye de una manera distinta. Y los efectos secundarios de esto le comenzaron a afectar. Pasó de ser un niño de nueve años a parecer un joven de unos 25 años. La cierva comenzó a correr más rápido y al cabo de un minuto Eddie ya estaba en la ciudad.

Vón bajó a Eddie de su lomo, la cierva lo miro con unos ojos que expresaban tranquilidad y paz, Eddie acercó la cara y la posó sobre el rostro de Vón, cuando el joven abrió los ojos, la fantástica criatura había desaparecido sin dejar ningún rastro.

Eddie tuvo que caminar un poco más para entrar en la ciudad puesto que Vón no lo había dejado en medio de la ciudad, si no que lo dejó algo más alejado puesto que sería peligroso que los demás humanos vieran a Vón.

Cuando Eddie entró de lleno en la ciudad se encontraba perdido puesto que todo lo que había pasado ese día lo había dejado en un estado de shock el cual aún no podía dejar atrás.

Después de pasear un rato llega hasta el parque en el que solía jugar con sus amigos cuando aun conservaba la forma de un niño de 9 años. Al recordar todo aquello comenzó a sentir una melancolía extrema la cual se fue de control y terminó resultando en la invocación de una criatura.

 Al recordar todo aquello comenzó a sentir una melancolía extrema la cual se fue de control y terminó resultando en la invocación de una criatura

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Esta criatura es conocida como la bestia Sorgtungur. Esta criatura fantástica representa los recuerdos y la melancolía. Sorgtungur te atrapa con las ramas que salen de su cuerpo y te hace recordar tus peores recuerdos si miras en sus profundos ojos, la melancolía en los humanos genera un sentimiento de tristeza y felicidad al mismo tiempo el cual alimenta a esta criatura. El monstruo salió corriendo en cuanto pudo y destrozaba todo aquello que se metiera en su camino y al mismo tiempo iba enredando a todos los humanos que encontraba en sus ramas mientras se los llevaba fuera de la ciudad. Eddie no sabía que hacer, estaba muy confundido , no sabía en que pensar puesto que no se había creído del todo lo que le dijo Vísdómur el gnomo.

Salió corriendo detrás de la criatura pensando que podría de alguna manera hacerlo desaparecer ya que había sido el que lo invocó pero sus ideas resultaron en nada y el monstruo seguía corriendo y atrapando a las personas que se cruzaban en su camino. Eddie siguió corriendo unos segundos más antes de cansarse. El pensó en que hacer pero no se le ocurría nada.

Cuando volvió a recuperar el aliento volvió a correr en la dirección en la que se había marchado Sorgtungur.

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