Narra Zeynep
-Bueno, aquí vamos-dije mirándome por última vez en el espejo. Respire profundo y sonreí. Salí del baño y cuando me doy cuenta él ya estaba en el restaurante. Estaba en una área que estábamos alejados de todos.
-Buenas noches-dije y su mirada se clavó en mis ojos y luego a mi cuerpo. Me senté y dejé el bolso.
-El motivo por el cual lo llame es porque...-no pude evitar que mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Mi abuela está luchando contra la vida y la muerte en el hospital y ella nececita un transplante y ella es lo único que me queda. La operación vale sobre $50,000 dólares y ahora mismo no estoy trabajando porque me despidieron de el restaurante en el que trabajaba-susurré y él me miró.
-Entiendo, pues mira lo que puedo hacer por ti. Traje este contrato para que lo leas y lo firmes. No tengo prisa, tomate el tiempo que necesites-dijo él y tome la carpeta y comencé a leerlo.
-Ya lo leí todo-susurré y él me miró.
-¿Estas de acuerdo con todo?-preguntó y asentí.
-Solo será un año-susurré y él me miró.
-Lo más importante es que en público actúes como mi esposa, y en caso de que suceda que tengamos relaciones o algo así. Debes protegerte, no quiero tener hijos. Los odio, no los soporto llorando y quejándose-dijo él y asentí. Tome el bolígrafo y firmé el contrato.
-Bien necesito repasar unas cosas contigo-dijo el.
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-Hablé con mis doctores y vamos a trasladar a tu abuela a otro hospital ya ellos tienen todo listo para comenzar con el transplante-dijo Giovanni y no pude evitar abrazarlo.
-Muchas gracias-susurré.
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-Zeynep-escuche el susurro de la voz de mi abuela y rápidamente caminé hacia ella.
-Aquí estoy abuelita-susurré con mis ojos llenos de lagrimas.
-¿Cómo conseguiste el dinero?-preguntó y la miré.
-Eso no importa ahora, lo que importa es que tú te pongas bien. Y que me dures muchos años más abuelita-dije y ella sonríe y acaricia mi mejilla.
-Te quiero tanto-susurró
-Yo más-susurré.
Luego de varios días, mi abuela aún seguía internada recuperándose y no sabía nada de Giovanni.
¿Se abra retractado?
Mientras, empacaba las cosas en cajas ya que nos habían echado del edificio. Tome un cuadro entre mis manos y mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Cuánto quisiera porque mamá y papá estuviesen aqui y me dijeran qué hacer-susurré y mis lágrimas humedecieron el cuadro y lo coloqué en su respectiva caja.
Escucho unos toques en la puerta, me levanté y abrí la puerta.
-¿Cómo supo en donde vivo?-susurré.
-Se todo sobre ti Zeynep-dijo Giovanni y entró.
-Disculpa que veas todo así, pero estoy empacando-dije y él miró todo el apartamento.
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Contrato de Amor
RomanceEn la vida, siempre somos villanos en una historia mal contada. La vida le había dado duro, y a pesar de todo ella seguía aferrada al positivismo y a vivir una vida con la que siempre a soñado. Con un amor bonito, un amor real. La vida le había da...