En la vida, siempre somos villanos en una historia mal contada.
La vida le había dado duro, y a pesar de todo ella seguía aferrada al positivismo y a vivir una vida con la que siempre a soñado.
Con un amor bonito, un amor real.
La vida le había da...
Abro mis ojos, y veo que el día estaba como yo. Triste y apagado, ya no tenía motivos para levantarme, para sonreír y luchar. La persona que me hacía brillar se apagó, y no estará más a mi lado.
Mis lágrimas no tardaron en salir, y escucho unos toques en la puerta.
-Adelante-susurré y en eso veo a Adelyn. Me levanté y corrí a sus brazos y comencé a llorar. Y les juro, que sentí algo extraño es como... ese instinto maternal. No sé cómo explicarles.
-Cuánto lo siento mi amor, pero quiero que sepas que... aquí estoy y no voy a dejarte sola nunca. Te quiero mucho-dijo Adelyn secando mis lágrimas.
-Gracias-susurré y ella me miró.
-Te pareces tanto a mi pequeña Zeynep, recuerdo esos ojos hermosos cuando la cargue en mis brazos por primera vez-dije y le regalé media sonrisa.
-Zeynep en donde quiera que esté... ella debe de sentirse orgullosa de los gran padres que tiene-susurré.
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Dejé la rosa sobre el ataúd y... comenzaron a echarle tierra al ataúd y no pude evitar llorar y sentí los brazos de Giovanni envolverme en un cálido abrazo. Luego de que echaran la tierra me senté y dejé otra rosa.
-Te voy a extrañar mucho abuelita, te amo-dije y Giovanni se sentó a mi lado.
-Te prometo que voy a cumplir mi promesa, voy a cuidar a Zeynep-dijo él y me volvió abrazar.
-Es mejor que vayamos a casa, debes comer algo-dijo Giovanni.
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-Hola-dijo Riccardo.
-Hola-dije y él camina hacia mi.
-Esto es para ti-dijo dándome una rosa y le regalé media sonrisa.
-Gracias, es muy hermosa-susurré y el sonríe.
-No sabes cuánto extrañaba ver esa sonrisa-dijo él y acaricia mi mejilla y él me miró y yo a él.
-Riccardo yo...-el sonríe y acaricia mi labio.
-Eres tan hermosa, a veces dudo que seas real-dijo él y corrí mi rostro y le di la espalda.
-¿Qué tienes planeado para hoy?-preguntó y sentí mi estómago revolverse.
-Yo...-sentí unas inmensas ganas de vomitar que corrí al cesto de basura y vomite, Riccardo sostuvo mi cabello.
-¿Es la primera vez que vomitas?-preguntó Riccardo y asiento.
-Llamaré al médico para que te revise-dijo Riccardo, tomando una toalla y limpiándome y mi mirada se posó sobre la suya y el sonríe.
-Ya está-dijo él.
-No es necesario que llames al médico, estoy bien-dije y Riccardo me mira.
-Bueno, si vuelves a vomitar llamaré al médico-dijo Riccardo.
-¿Dónde está Giova...-escuche la voz de una mujer.
-¿En dónde está Giovanni? Vine de sorpresa el no sabe que llegue-dijo la mujer.
-Esa es Bianca-dijo Riccardo.
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-Recuerdas la promesa que me hiciste-escuche la voz de Bianca.
-Si-dijo Giovanni y Bianca agarra su mano.
-Aún te sigo amando Giovanni-dijo Bianca y acaricia su mejilla.
-Bianca yo...-ella se acercó y dejó un beso sobre sus labios y mis lágrimas no tardaron en salir.
-Zeynep yo...-Riccardo se calló al ver la escena y Giovanni se separa rápidamente de Bianca.
Rápidamente subí las escaleras y Riccardo me siguió y volví a sentirme muy mal y corrí al baño a vomitar.
-Voy a llamar al médico-dijo Riccardo.
-No es necesario, yo... yo creo que se lo que sucede-susurré con mis ojos llenos de lágrimas y él me mira confundido.
-¿A qué te refieres?-preguntó y estalle en llanto.
-Creo que estoy embarazada Riccardo-susurré y él se quedó paralizado y su color desapareció de su rostro.
-Y... y si lo estoy, estoy esperando un hijo de ese que abusó de mí-dije entre lágrimas y Riccardo me abrazó.
-Vamos a ir al hospital y que te realicen las pruebas pertinentes y si lo estás quiero que sepas que aquí voy a estar aquí apoyándote-dijo Riccardo y la puerta se abre y veo a Giovanni.
-Zeynep yo...-Riccardo lo miró.
-No tienes que explicar nada, nosotros vimos-dijo Riccardo y me levanté y tomé mi bolso
-¿A dónde van?-preguntó él y lo miré.
-Asuntos personales, ya nos podemos ir Riccardo-dije.
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-Efectivamente, usted está embarazada. Tiene aproximadamente un mes-dijo el doctor y sentí como si un barde de agua fría cayera sobre mi cuerpo.
Mis lágrimas no tardaron en salir.
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Miraba por el cristal de el coche de Riccardo y mis lágrimas no dejaban de salir.
-No estás sola-dijo él y baje mis manos a mi vientre.
-Tengo tanto en la mente este bebé fue producto de una violacion yo... no sé qué hacer. Mi mente está echa un caos Riccardo esto complica todo, nadie puede saber que estoy embarazada porque sería un escándalo para la familia Benedetti en el ojo público-dije desesperada. Riccardo detiene el coche y agarra mi mano.
-Yo podré ser un cabron, pero déjame decirte que... ese bebé no tiene la culpa de nada. Es una criatura inocente, y... sé cómo llegó ahí pero, es una persona-dijo Riccardo y él llevó su mano a mi vientre.
-Claro que no acabaré con la vida de esta criatura, él no tiene la culpa de nada-susurré y Riccardo me mira con una sonrisa, y pude notar sus ojos llenos de lagrimas.
-Mi sueño más grande es poder tener un hijo, y... una vez estuvo a punto de cumplirse hasta que ella decidió acabar con la vida de mi hijo. Porque éramos demasiado jóvenes y ella no quería arruinar su cuerpo y continuar con la carrera de modelaje. Yo... yo sufrí mucho. De verdad quería ser papá, me había ilusionado y ella me quito ese sueño-dijo Riccardo y lo abracé.
-Lo siento mucho Riccardo-susurré y el sonríe y acaricia mi mejilla.
-No sé que me estás haciendo Zeynep-susurró y me miró a los ojos.
-¿A qué te refieres?-pregunté y el acerca su rostro al mío. Y dejó un beso sobre mis labios.
-Riccardo, no debiste hacer eso. Estoy casada con tu hermano-dije y él me miró.
-Y eso es lo que me llena de rabia, en estos meses, e conocido a una mujer maravillosa y es inevitable que me sienta atraído y con ganas de formar una hermosa historia de amor junto a ti-dijo Riccardo y mis ojos se llenaron de lágrimas.
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