[Male Elsa x Lectora]
Andrew comenzó a sentir el frío distanciamiento de su hermano mayor, Eloy, quien se refugiaba en su habitación, sumido en un silencio sepulcral.
Con el paso de los años, la relación entre los hermanos se tornó en una tortura si...
Advertencia: Este capítulo tiene contenido +18, por lo que se recomienda discreción. Agradezco comentarios respetuosos y constructivos. ¡Gracias por la comprensión! 》Capítulo muy extenso.
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Años habían pasado desde la unión de Eloy y ____, y ahora sus vidas estaban más llenas de amor y alegría que nunca. Arendelle y el bosque de los Northuldras vivían en paz, y el vínculo entre ambos lugares se fortalecía con cada generación.
Eloy y ____ habían formado su propia familia, y en medio de esa unión, llegó una pequeña niña que llenaba sus días de luz y risas. La llamaron Eira, que en la lengua antigua significaba "nieve", un nombre perfecto para ella, ya que su llegada había traído tanta serenidad y pureza como un invierno nevado.
Eira tenía el cabello tan claro como los copos que caían sobre el bosque en invierno, y sus ojos reflejaban la luz del sol que se filtraba entre los árboles. Era una niña enérgica, llena de curiosidad y alegría, que siempre encontraba maneras de explorar el mundo a su alrededor.
Eira corría alegremente por la aldea, que había cambiado mucho desde los primeros días en que Eloy y ____ habían comenzado su vida juntos allí. Ahora, en lugar de las tiendas simples que antes cubrían el paisaje, había casas de madera y acogedoras cabañas, construidas con la ayuda de Arendelle.
La pequeña saludaba a los aldeanos mientras corría, siempre con una sonrisa en el rostro y un brillo en los ojos. Los Northuldras la conocían bien y le devolvían los saludos con afecto.
⸻¡Eira! ¡Corre más despacio, niña! ⸻le advertía una anciana entre risas, pero Eira simplemente le devolvía una sonrisa juguetona antes de seguir corriendo a toda velocidad.
A lo lejos, divisó a su padre, Eloy, que estaba conversando tranquilamente con Yelena cerca de una de las casas. El cabello blanco de Eloy brillaba bajo la luz del sol, y su imponente figura se destacaba en el paisaje de la aldea. Sin pensarlo dos veces, Eira lanzó un grito lleno de energía:
⸻¡Papáaaa!
Eloy volteó de inmediato al escuchar la voz de su hija, y una sonrisa cálida se dibujó en su rostro. Sin tiempo para reaccionar, Eira se lanzó hacia él, y antes de que pudiera siquiera preparar sus brazos, ya la pequeña había saltado con todas sus fuerzas.
⸻¡Eira! ⸻exclamó Eloy entre risas mientras la atrapaba al vuelo, sujetándola con fuerza y alzándola en el aire.
La niña reía a carcajadas, encantada con el juego, mientras su padre la sostenía con firmeza, abrazándola. Yelena los observaba con una sonrisa, viendo el vínculo tan fuerte que compartían.
⸻Siempre tan enérgica ⸻comentó Yelena con suavidad.
Eloy asintió con una risa divertida mientras Eira se acomodaba en sus brazos, rodeando su cuello con sus pequeños brazos y apoyando su cabeza en su hombro.
