¿Otra vez?

17

Trueno se fue de mí casa y mí mamá me abrazo. Solté algunas lágrimas y correspondi a su abrazo.

——¿Que pasa hija?

—No sé ma, yo... Trueno es como que hace que yo sienta cosas que nunca sentí.

—Hija, vos estás enamorada y no me lo podes negar.

—No sé, pero igual el se va ahora y vuelve en tres meses así que es mejor que me olvidé de esto, aparte en su gira va a tener muchas chicas así que ya está.

—Mira hija yo se que no te acordás de el pero, nunca haría eso, nunca estaría con una persona sin sentir amor. Ahora nosotros te vamos a tratar de ayudar para que te acuerdes de todo.

—No me acuerdo de el pero por las horas que estuvo conmigo me di cuenta de que es una de las mejores personas de este mundo. Y todo lo que hizo para hacerme sentir mejor es como si supiera todo de mí.

—El sabe todo de vos, por si no te acordás, el es tu amigo hace mucho.

—Si, me lo dijo. Mamá, me quiero acordar de todo.

—Y lo vas a lograr, no te preocupes, mí vida.

—¿Me podes contar cosas de Trueno?

—No, yo le prometí que iba a dejar que vos sola te acuerdes. Mira el te quiere un montón pero quiere que vos sola te acuerdes de el.

Suspiré y fui a mí habitación. Me encerré allí y me puse a revolver todo tratando de recordar algo sobre mí vida.

Mientras movía las cosas encontré una caja bastante grande y pesada la cual puse en mí cama para ver qué tenía. La abrí y dentro había muchas cosas.

—Nicki—Lei un papel e intenté abrirlo.

—Hija, ¿Que haces?

—Estoy tratando de acordarme de algo. Voy a leer esto.

Ella se me acercó y me saco el papel. La mire sin entender porque lo hacía y ella simplemente suspiro saliendo de la habitación, dejándome sola nuevamente.

Seguí mirando todo hasta que encontré un collar dorado con un dije, de mí inicial. En ese momento mi cabeza empezó a doler e imágenes empezaron a pasar frente a mí. Había sido un regalo de alguien. No supe de quién hasta que en mí recuerdo agradecí, "Gracias, Gonza".
El collar me lo había regalado el chico que Trueno había nombrado.

En ese momento más imágenes de Bizarrap empezaron a pasar por mí cabeza y fui a buscar a mí mamá. Me acerque a ella corriendo y ella se dio la vuelta asustada.

—Ma, me acuerde de gonza. Tengo que llamarlo, dame mí celular.

—Hija, ¿Enserio? Ves que todo va a ir apareciendo de a poco. Okey pero solamente para llamarlo y me lo das.

Asentí y ella me dio mí celular. Entre en contactos y fui a buscar su número. Me lleve el celular a la oreja y unos segundos después Gonza hablo al otro lado de la línea.

—¿Nicki?

—Hola, me acuerdo de vos amigo.

—¿Me estás jodiendo? Amiga, ya voy para tu casa.

—Okey, nos vemos.

Corté la llamada y le di el celular a mí mamá y ella me abrazo. Sabía que estaba muy feliz viendo que de a poco volvía a ser la misma persona.

Mateo

Ya la extraño y ni siquiera pasaron dos días. Quiero llamarla pero es mejor dejarla que ella se acuerde de mí sin presionarla. Mientras pensaba en la enana más linda del mundo, mí papá aparecio frente a mí.

—Dale Mateo. Tenés que subir al escenario.

Asentí y dejé mí celular a un lado. Tuve un poco de agua y me subí al escenario. En cuando pise el escenario los gritos me aturdieron y el show comenzó.

—¿Cómo está México?

El público grito y yo sonreí. La música y la gente me hacían muy feliz pero había algo o mejor dicho alguien que me hacía más feliz sin siquiera hacer nada, simplemente existiendo.

Mientras el show seguia no podía dejar de pensar en ella. Hasta que llegó el momento de escuchar su voz por los parlantes y sentir como mis ojos se llenan de lágrimas y mí garganta tiene un nudo.

—¿Cómo dice?—Dije cuando comenzaba su parte en el tema. Pensar que ese tema me sigue haciendo sentir tantas cosas después de tantos años.

Todavía me acuerdo cuando lo hicimos. En un solo día la letra estaba lista, la conexión que teníamos en ese momento era inexplicable. Cómo nuestras voces pegaban a la perfección y como en esa canción dijimos todo lo que podíamos decirnos en la cara.

También recuerdo el momento en el que hicimos ese live. Yo no quería ver la realidad y la gente me hizo verla. Cuando leía los comentarios que decían que yo estaba enamorado pensaba que lo decían en boludez pero después me di cuenta de que ellos veían lo que yo no quería ver o aceptar.
Aceptar que por primera vez en todo mí vida me había enamorado de verdad. Por primera vez no era un pasatiempo.

Cuando escuché los gritos de la gente salí de mis pensamientos y seguí con el show. Una vez que esté termino me baje de escenario y Camilo se me acercó.

—Che rayo, ¿Vamos a una joda?

—Paso.

—Na, dale ortiva, vamos un rato, boludeamos.

—Enserio, no tengo ganas, otro dia.

—Okey, pero ¿Pasa algo?

—No, solamente quiero estar tranquilo, un rato.

—Bueno, si cambias de opinión avísame y te mano la ubicación. Mira que va a hacer un montón de pibas re lindas.

—No me importa. Sabes que a mí solamente me importa ella.

—El turro se enamoró.

—Si, ¿Algún problema?

—Amigo, por fin lo aceptas, lo que me costó. Bueno nos vemos hermano, yo si me voy de joda.

—Nos vemos.

Volví al hotel y me encerré en mí habitación. Mis redes explotaban con videos míos cantando "Mamichula" y muchos de los comentarios decían que parecía que yo quería llorar. La verdad es que si quería hacerlo.

Alguien toco la puerta y dejé mí teléfono en la cama para ir a abrir. Abri la puerta encontrándome con una chica rubia.

—¿Hola? ¿Quien sos?

—Hola, trabajo aquí y venía a preguntar si necesita algo.

—Ah, no necesito nada, pero gracias.

—¿Está seguro?—Pregunto acercándose un poco más a mí, incomodandome.

—Si, ¿Te podes retirar? Quiero dormir.

Ella hizo una mueca y se fue. Suspiré tirandome en la cama y volví a agarrar mi celular. No tenía ningún mensaje de Liliana. Ella me había dicho que me iba a contar lo que pasará con Nicki.

Finalmente después de pensar una hora en Nicki me quedé dormido.

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