IV

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Me despierta un repiqueteo constante contra la ventana: 'toc toc', como unas uñas demasiado largas e insistentes dandole de a toquesitos al cristal.
Me niego a abrir los ojos, si mi reloj biológico está bien, han de ser las tres de la mañana o menos, y a esta hora no se ni quien soy, solo soy presa del sueño y el cansancio. Me duelen el cuello y la espalda, y hasta la frente, donde me apoyé al quedarme dormida contra la mesa.
En ese momento empiezo a ser consciente del lugar en el que me encuentro, el estudio de mamá. El repiqueteo no cesa y me doy cuenta que tarde o temprano tendré que mirar de donde viene.
Abro los ojos perezosamente y me enderezo sobre la silla. Miro hacia la ventana y lo que veo me hace sonreir. Un pequeño pajarito de colores está golpeando el cristal con su pico y detras de el puedo ver un completo cielo estrellado y despejado, y la luna llena majestuosa y blanca. Me levanto acercándome a la ventana y el pajarito ladea su cabeza curioso, deteniéndose solo por un momento, pero luego vueve a su tarea de picotear.
De la luna emana un gran rayo de luz que llena el estudio y lo sigo con la mirada. Lo que me encuentro a continuación es algo para lo que no estoy preparada. Arriba de uno de los estantes, suficientemente alto, donde no alcanzo a ver, la luna parece reflejarse en algo y muchos rayos de luz salen de ahí, como si se reflejara en un diamante y de el se desprendieran los colores del arcoiris, salvo que esta vez no veo muchos colores, solo luz blanca y azul llenandolo todo. Sobre las paredes y los muebles, se posan muchos puntitos blancos. Levanto una de mis manos a la altura de mi rostro y la luz tambien golpea sobre mi piel ¿Qué rayos es eso? Busco la escalera que utilizo para alcanzar los libros que están mas altos y la muevo hasta donde esta aquella fuente de luz. Torpemente escalo hasta arriba y tengo que entrecerrar los ojos; hay varios libros, entre dos de ellos hay un espacio pequeño, de ahí viene la luz. Deslizo mi mano entre ese espacio y toco algo frio, lo tomo y lo saco, temerosa de lo que me pueda encontrar.  Lo miro y es un collar plateado y hermoso, del que cuelga una enorme piedra azul en forma de corazón, cuando la tengo en mi mano, todo el espectaculo de luces danza frente a mi. Es realmente embriagador y sorprendente. Deslizo el collar por mi cabeza y observo luego la piedra azul, descansando sobre mi pecho, ahora todos los puntitos blancos y azules parecen emanar de mi. Bajo la escalera con una gran sonrisa y noto que el repiqueteo ha cesado, miro a la ventana y el pajarito aun sigue ahi, solo mirandome, estático. Dejo la mirada sobre el por un minuto o dos, debe estar encantado por la luz, pero luego parece salir del hechizo y abre sus alas para alzar el vuelo, sacándome a mi también.
Es curioso como ese pajaro parece haber venido a avisarme sobre el collar, como si quisiera que lo encontrara y lo sacara de su escondite. Por un momento me doy la oportunidad de pensar que era mamá quien queria que lo sacara. Ahora me siento muy feliz por tener algo suyo, porque es obvio que es así ¿De quien más podría ser?
Mientras camino por el pasillo, aun la luz se refleja en la piedra y a medida que me muevo, las luces lo hacen también. Voy hasta mi habitación y me pongo mis ropas de dormir, aunque no se si falte mucho para que amanezca. No me quito el collar. Dudo que vuelva a quitarmelo desde ahora. Atrapo la piedra fria entre mis dedos y me voy a la cama sin soltarla. Puedo imaginar a mamá usando esto y la describo con una sola palabra: hermosa.

No tardo mucho en quedarme dormida,  pero se me hace como si  apenas hubieran pasado unos cinco minutos cuando me despierto de nuevo, esta vez por la luz del sol. Me siento como si no hubiese dormido nada, muy agotada y con las extremidades entumecidas. Me levanto aletargada aun y me voy directo al cuarto de baño con la intención de darme un chapuzón de agua helada que me despierte por completo.

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Cuando llego a la Universidad esa mañana, de inmediato noto que algo está pasando. La gente está mas alborotada de lo normal, están reunidos en grupos, y eso no es lo raro, pues siempre lo hacen, pero es que parecen discutir acaloradamente. No escucho el motivo de sus discusiones, son demasiadas palabras a la vez y no entiendo nada, lo que sea que haya pasado, parece ser grave. Camino a paso rapido hacia mi casillero y tomo mis libros y de ahí corro hacia el salón a buscar a Titi, para que si sabe que pasa me lo explique o que por lo menos no me deje sola en medio de esta locura. Cuando la encuentro está fuera del salón hablando con Sutekh. Eso ya es de por si muy extraño.  Ambos se acercan a mi con cara de preocupación y yo los miro algo asustada y nerviosa

-¿Que pasó? - pregunto sin saludarlos siquiera y se miran entre ellos por unos segundos- ¡YA! ¡Diganme!- exijo viendolos y es Titi quien se atreve a hablar

-Pues...verás,  el rector de la universidad acaba de dar un comunicado- Dice casi cautelosa y yo la miro exigiéndole que siga- Prácticamente... Bueno trataba sobre... El vestuario típico de algunas chicas de la universidad- Sigue y noto que traga grueso- Prohibieron el uso de burkas aqui Alex, a partir de mañana, ninguna chica podrá usarlas- al escucharla la miro completamente desconcertada,  sorprendida

-¿Que? ¿Siquiera es legal hacer eso?

-Al parecer si, porque ya lo hicieron- Responde Sutekh con voz grave- Dicen que las connotaciones religiosas y políticas que tiene ese tipo de vestuario,  van contra los principios de la universidad... Que no permitirán más algo que nos divida de esa manera, que el hecho de llevarlas las hace diferentes y que aqui creen en la igualdad

La cabeza me da vueltas y me apoyo contra el marco de la puerta tratando de procesar toda esa información. No se si alegrarme, estar feliz y emocionada porque podré librarme de estos trapos, o si sentirme espantada porque papá puede sacarme de la universidad si se entera. No quiero dejar todo por lo que tanto he luchado, solo por un capricho del señor Akenathen. Seria simplemente trágico. Por eso discutían tan fervientemente todos, es un tema mas que controversial, hay gente aquí que sería capaz de llegar a donde fuera por defender sus costumbres y sus ideales, chicas que aman llevar estas cosas como parte de su cultura y su herencia, y por otro lado está la gente como yo a la que le han impuesto las ideas. El resto son solo expectadores queriendo ser mediadores en medio de una crisis cultural. Pero ¿que carajo sabe un hombre que nunca ha cargado con este suplicio? ¿O una chica como Titi que tampoco lo ha hecho jamás? Por mi parte, esta prohibición cuenta como un gran paso hacia el cambio, y pase lo que pase, definitivamente es motivo de alegría. Siento unas ganas enormes de quitarme la burka y lanzarla por la ventana, pero ahora que puedo hacerlo con libertad,  literalmente me invade el pánico,  como si fuera un paso demasiado grande para darlo, como si tuviera miedo de mostrarme justo como soy despues de tanto tiempo de estar escondida tras la tela. Titi y Sutekh me están observando fijamente desde que dejé de hablar y me puse a pensar en todo esto, como yo, ellos también esperan que me quite la burka, aunque sea solo por curiosidad, lo presiento, pero eso solo logra presionarme mas y me empuja a tomar la desición de no quitarmela, sino hasta mañana cuando deba hacerlo por obligación. Tomo a mi amiga por el brazo y la llevo hacia el salon como si nada hubiera pasado, me hago la distraída y me preparo para la clase, refugiandome aunque sea un rato más en mis propias excusas de niña miedosa. Lo bueno es que Titi no me presiona, sabe que quiero ignorar el tema y ella me ayuda. Además tenemos clase con Kazimde y me resigno a perderla por dos horas más.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2017 ⏰

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