instant fever (heehoon)

xiv.

El fin de la película no se hizo esperar, Heeseung y Karina salieron del cine hablando de lo buena que había sido la película,  era verdad que ellos fueron buena pareja, realmente compartían muchos gustos y uno de esos era el tipo de cine que solían ver.

— ¿Por qué tuvo que morir? — Dijo Karina tristemente.

— Estoy de acuerdo,  fue innecesario — Habló Heeseung terminando de comer las palomitas.

Karina rió y ambos se sentaron cerca de una fuente.

— ¿De qué hablamos?

Heeseung recordó la razón por la que venía, odiaba hacer sentir mal a Karina pero probablemente la felicidad que pasaron minutos antes iba a ser destruida al igual que los sentimientos no correspondidos de Karina.

— Kari, me gustó mucho pasar este tiempo contigo — Empezó diciendo.

— A mi igual — La chica le sonrió poniendo una mano sobre la de Heeseung — Espero que volvamos a salir igual que antes.

— Ese es el problema.

La anterior sonrisa de la chica se desvaneció en el rostro siendo reemplazada por una cara de asombro y confusión.

— ¿D-de que hablas?

— Kari, te juro que no quería un malentendido, fue un rato agradable y me gustaría volverlo a repetir... — Se pausó por un segundo — Como amigos.

La cara de la chica se suavizó pero permaneció en silencio y cuando estaba apunto de decir algo vió como la mano de un chico golpeaba la mejilla de Heeseung.

— Hees-

— ¿A eso venías? ¿Terminé con ella para esto? ¡Responde Heeseung! — Gritó Sunghoon.

— Sunghoon, espera — Articuló Heeseung — Hay un malentendido.

— No... No me hables Heeseung — Sunghoon tomó la mano de Sunoo que veía bastante confundido la escena — Vamos Sunoo.

— ¡Sunghoon! — Gritó Heeseung pero el menor no volteó — Mierda...

— Tranquilo Heeseung,  creo que ya entiendo, es mi culpa — Dijo Karina acercándose a él — Le explicaré la situación, no te preocupes.

La chica condujo a Heeseung a una droguería y lo llevó también a una tienda de flores.

— Escoge un ramo — Explicó Karina mostrándole diversidad de flores coloridas — Mira, puede ser estas rosas o puedes combinar estas, ¡O! — Se alegró la chica al ver unos girasoles que eran sus favoritos — ¡Unos girasoles!

— ¿Quieres uno? — Rió Heeseung al verla emocionada —Tómalo, igual ya se que llevarle.

Salieron de la florería a una tienda bastante conocida por Heeseung.

— Bienvenidos a Tiffany, ¿En que les pudo ayudar? — Dijo una de las encargadas — ¡Ah! A ti te conozco.

— Buenas tardes — Saludó Heeseung.

— ¿Viene por el artículo que no compraron la vez pasada? — Preguntó.

— Así es, me gustaría verlo.

— ¡Voy!

Heeseung y Karina esperaron pacientemente a que la encargada volviera, minutos después salió mostrando la tan fina joyería.

"Collar con colgante de diamantes redondos brillantes de 0,43 ct y oro rosa de 18 ct de Tiffany Lock"

— Okey, ahora tendré que empezar a ahorrar de nuevo — Dijo Heeseung sin arrepentirse de la compra.