Aitana bonmati ~ alexia putellas

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Aitana pov

Son tal vez las cinco de la mañana voy en taxi camino al aeropuerto pues hoy tomamos vuelo rumbo a nuestra gira en USA, el clima esta algo húmedo debido a la llovizna de la noche anterior y mi mente divaga un poco en recuerdos del mes pasado exactamente en la olimpiadas, el final había sido bastante duro para nosotras o mejor dicho para Alexia la cual había tenido un brillo especial después del gol en la final, ahora solo puedo recordar su cara después de fallar ese penal

Pensar en Alexia es algo más común en mi de lo que me gustaría admitir pues nuestra historia se remonta hace algunos años, antes de su lesión éramos grandes amigas demasiado cercanas se podría decir, dormíamos siempre el la casa de la otra y alexia parecía tener un cariño especial hacia mi lo cual obviamente hizo junto con su estúpido encanto que haya caído a sus pies pero cuando Alexia se lesionó unas cuantas cosas cambiaron, una de ellas fue nuestra amistad, recuerdo esos días donde alexia se alejo de todo incluso de Mapi, ella decidió esconderse intentando ser autosuficiente todas insistieron en apoyarla a pesar de que ella no quería, pero yo no, yo decidí apartarme también, Alexia era seca y eso hería mis sentimientos así que los interpuse antes que la amistad, hoy en día la culpa aún me molesta un poco, Alexia no era culpable ni consiente de mis sentimientos aun así la dejé sola cuando probablemente más necesitaba compañía

En los olímpicos alexia parecía querer reconectar con todo a lo que alguna vez aparto y eso me incluía, hizo hasta lo imposible para sentarse junto a mí en todas las cenas y en los aviones sacándome conversación de todo tipo de cosa que hace años no hablábamos también intento que compartiéramos habitación pero por más que le rogó a Monse esta le dijo que no, ahora estoy un poco nerviosa por si seguirá intentando acercarse a mí o como ya tiene a sus personas favoritas aquí simplemente pasara de mí, cuando esos pensamientos empezaron a molestar demasiado el taxi paró, ya habíamos llegado al aeropuerto

Salí un poco apurada aunque todavía era temprano, al entrar y caminar un poco vi a varias cabezas conocidas entre ellas la de Ona y Jana, me acerqué a esa esquina en la que se encontraban riendo y probablemente contándose algún chisme

Pero mira quien ha llegado- digo Jana con su típica sonrisa vacilona aunque en su cara se notaba que se moría de sueño

La gran Aitana Bonmati nos honra con su presencia- hablo ahora Ona la cual sí que no se esforzaba en disimular, se nota que esta por caerse del sueño

Seréis tontas eh, ya sé yo que me echabais de menos- contesto mirando para los lados reconociendo las caras a mi alrededor, estaban en un grupo un poco a nuestra izquierda las del b y en un circulito un poco más adelante de ellas se encontraban Claudia, Patri, Cata y Esme esta última a juzgar por su cara parecía estar sufriendo de demasiada pena ajena, también estaba el staff todos sentados en las sillas del aeropuerto, todo esto solo me hace pensar en una cosa, Alexia aún no llega, no debe tardar en llegar es la persona más puntual del mundo- de que hablabais que os habéis callado apenas llegue

Oh solo hablábamos de los tontisimos problemas de pareja de Jana- dijo Ona con tono sabiondo y sonrisa juguetona

Oye que tú salgas con una señora diez años mayor que tú no significa que los demás seamos insignificantes- ahora Jana parecía querer tener una guerra con Ona Al haber nombrado a Lucy

Que tiene eso que ver? Aitana dile algo que se ha metido con mi relación además nos llevamos ocho años no diez- dijo Ona, todavía usaba el tono sabiondo pero la sonrisa había desaparecido

Wow que diferencia, además tú empezaste diciendo que mis problemas con Jill son tontisimos- dice Jana cruzándose de brazos y sonando indignada pero en ese preciso instante deje de prestar atención a la pelea de estas dos idiotas para dirigir la mirada a la puerta de revisión del aeropuerto pues justo venían pasando tres figuras demasiado reconocibles para mí, dos de ellas eran Marta y Caro las cuales venían de la mano y hablando tranquilamente, al lado de ellas aunque un poco más apartada venía la dueña de mis pensamientos, la rubia venía con su típico caminar decidido portando la ropa del equipo y una cola alta con varios mechones caídos, es perfecta.

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