Deberíamos ser más valientes, ¿no? || Patricia y Néstor (One Shots)

¿Porqué? || Porque dice que para mi eres más que una paciente...

𝐑𝐞𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚, 𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖, 𝐦𝐢𝐧𝐮𝐭𝐨 𝟒𝟎:𝟑𝟎

𝐏𝐀𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐀 𝐏𝐎𝐕

Acabo de despertar de la segunda operación a la que me someto por este puto cáncer, y aunque es evidente que estoy algo sedada todavía, eso no impide que un dolor profundo me inunde el cuerpo. Abro los ojos acostumbrándome poco a poco a la luz que entra por la ventana, lo primero que veo es a Emilio en el sillón de la habitación durmiendo a pierna suelta, esbozo una pequeña sonrisa, más que mi asesor era mi amigo, quizás el único que tenía, aparte de Biel, y de repente un intenso miedo me recorrió todo el cuerpo, el miedo a volver a despertar y que Néstor no estuviera ahí, conmigo, pero tan rápido como vino, ese miedo se esfumó, pues lo primero que vi al girar la cabeza hacia la ventana fue a Néstor apoyado en la pared con las manos en los bolsillos, mirándome con una cálida sonrisa.

Involuntariamente sonreí como una chiquilla enamorada, él era lo único que me hacía falta ahora mismo, y al despertar e imaginarme que todo iba a ser oscuridad, que él estuviera ahí fue como ese rayo de sol en medio de la tormenta.

N: buenos días. Dijo sonriendo de la misma manera.

P: hola... En mi voz se notaba la emoción y la alegría que me provocaba que él estuviera ahí, esta vez no me falló.

Miró que Emilio siguiera dormido y se acercó a mi cama, tomó asiento en el borde, cerca de mi, aunque no todo lo cerca que a mi me hubiera gustado tenerle.

P: ¿debajo de estas vendas que hay? ¿nada bueno? dime, lo que tengas que decirme.

N: hubo complicaciones, pero al operación ha salido bien.

Dentro de mi algo se relajó, tenía tanto miedo de que algo hubiera salido mal que hasta que no lo escuché de sus labios no respiré tranquila.

N: vas a vivir. Ante esas tres palabras cerré los ojos, sin creerme todavía que estaba un paso más cerca de derrotar a este puto alien que crecía dentro de mi cuerpo.

N: hemos ganado un tiempo precioso para que se nos ocurra algo.

Estiré mi mano como pude para poder tomar la suya, necesitaba sentirlo cerca, el repitió mi acción y me regaló la sonrisa más bonita que alguien me había dado, los ojos le brillaban cuando me miraba, y teniendo en cuenta como me hacia sentir él a mi, mis ojos estarían de la misma manera. Se puso de pie y se acercó más a mi.

P: gracias. Era la única palabra que me salía en este momento, no había estado tan agradecida con alguien en mi vida, y no solo por habérmela salvado físicamente, sino porque Néstor me estaba salvando de mi misma, o mejor dicho de la coraza que yo misma había creado.

N: Pilar me ha recomendado que deje de tratarte como paciente. 

P: ¿porqué? Podía imaginarme la razón pero aún así, no quería que el dejara de ser mi médico, es el único en el que confío.

N: porque dice que para mi eres algo más que una paciente, y que te pongo en riesgo. Si Pilar supiera...

N: estamos en las antípodas ideológicas y, no habíamos empezado con muy buen pie, sonreí levemente ante eso, pero te admiro, eres dura, y divertida, y honesta, con tus cosas.