CAPÍTULO 9

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Aaron Pierce.

Ese jodido reencuentro con Deva, era lo que me faltaba para seguir  adelante con este plan.

Hoy es un día verdaderamente importante. Hoy dejo de ser el simple sargento al que jamás le tomaban importancia, al cartógrafo que llamaban a último momento.

La UFMED es mi vida, sirvo ahí desde que era un crío. Pero es hora de cambiar de rumbo «al menos por un tiempo».

Me voy a tatuar esta fecha, algún día. Hoy 28 de marzo, cambiaré la maldita vida de la sociedad, y la mía.

Hoy es la entrega de la nueva droga que prometí para Lewd de Morgan Terranova.

Es mi mayor creación, la FCCH es una mierda al lado de mí nuevo juguete.

Se llama Devil's Fire.

Si, tiene el mismo nombre que el collar de Deva. El collar que yo le regalé, el mismo con el que la quiero follar «sólo usando el collar». Ese encuentro me dejó con ganas de más.

Esa hermosa impudicia, tiene tantas cosas que hacer en esta tierra, y parir cachorros míos era una de ellas.

Pero volviendo a la droga.

Esta mierda le volará la cabeza a cualquiera.

•Heroína, fentanilo y morfina para tener un efecto altamente adictivo.

• Anfetaminas, cocaína y crack para estimular y causar euforia.

• LSD, para alucinaciones.

Será un delicioso sabor la paladar de los putos viciosos. Estoy completamente seguro.

Ya que probé la droga en unos adictos voluntarios, y es un puto éxito.

Me quito los guantes con prisa, al igual que la bata de laboratorio. Mi corbata estaba algo floja, por lo que la ajusté un poco.

Tomo el maletín con la DF que se encuentra en un estante y salgo de mi espacio de trabajo, cerrando el mismo con llave.

Mis oídos captan la risa de Domenico y me apresuro a la sala de estar, el italiano invitó a Lewd Morgan a una velada, junto a su esposo.

La mujer de Domenico sostiene una copa mientras suelta esa típica risa de ricos, tan... Hipócrita. En cambio Domenico, tiene una risa de foca con diarrea crónica y tos con flema.

Muy peculiar.

Mi presencia pone alerta a la pelirroja mayor y Domenico alza su mano, en señal de que todo está controlado.

—buenas noches. —suelto y Lewd al parecer no sale de su shock.

—¿Aaron Pierce? —pregunta como una idiota.

—el mismo que canta y baila —mofo y me acerco a ellos— pero en este caso, el sargento, o mejor dicho, teniente, se va al carajo.

Me siento justo frente de ella.

—mejor llámame, Damon Crusoe. —murmuro acompañado de una pequeña sonrisa.

—debí suponerlo. —su mirada me recorre de arriba hacia abajo.

—será mejor que mi identidad sea anónima, ya que si me entero que usted habló-

—¿Qué harás? —me interrumpe con descaro.

Mi paciencia es poca. Muy poca.

—que sea primera y última vez que usted me interrumpe. —espeto, la cólera ya está empezando a consumir mis neuronas— se atreve a revelar mi identidad y le aseguro que usted será el primer puerco en el matadero.

Pecados Lujuriosos [Sentencia De Pecados #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora