Entre Rumores y Sentimientos: La confusión de Pedri y Gavi

7- Inquietud

GAVI:

Me despierto en mi cama completamente en paz, miro a mis alrededores y entonces me encuentro con Pedri, inmediatamente se me sale una sonrisa de enamorado ya que por fin, después de tanto, hemos podido estar juntos.

Observo todo su cuerpo en calma mientras duerme, su piel ligeramente bronceada, sus piernas que van cogiendo músculo, sus brazos que van por el mismo camino y mi mano se posa encima de su piel, quemando mis dígitos por donde pasa. Voy haciendo figuras aleatorias por sus brazos hasta llegar a sus hombros, estaba con la camiseta de ayer, ya que nos quedamos profundamente dormidos en paz después de nuestra sesión de besos, bajo mi mano derecha hacía el borde de su camiseta, para levantarla y poder apreciar la "V" de su cadera, esa que mil veces me ha puesto cachondo. Mis dedos van subiendo a camiseta dejando expuesta más de su piel y reanudo mis caricias, apreciando lo fuerte que está y musculoso, subo la mirada hacía su cara adormilada. Su boca entreabierta con sus labios gruesos, unos que por fin pude saborear y me daban ganas de volver a besarlo. Su perfecta mandíbula afilada, sus ojos cerrados en paz y sus largas pestañas, no más que las mías pero me encantaban, sus cejas pobladas, tan únicas y su poco pelo, que se rapó y ahora le da un toque más atractivo, aunque para mí siempre lo es.

Entonces recuerdo que estamos en mi casa, el miedo me invade y bajo su camiseta, para salir lentamente de la cama y no despertarlo, lo arropo con las sábanas y salgo de mi habitación, deseando que a mis padres no se les haya ocurrido entrar en la habitación porque me encontrarían con el canario. Bajo las escaleras despacio, intentando escuchar algún ruido que me diga que hay alguien, entonces escucho un susurro y sé que son mis padres, ya que siempre hablan de esta manera cuando no quieren que nadie se entere, en este caso soy yo. Así que me escondo en la pared que hay al lado de la puerta, intentando escuchar algo de lo que dicen y mi corazón se acelera al escuchar la conversación.

- Por eso siempre lo defiende- no sé quién de los dos era, ya que no diferencio- porque está enamorado de Pedri- mi corazón se detuvo al saber que me han pillado- a nuestro hijo le gusta un chico- esta vez sé que es mi padre ya que ha hablado más fuerte, la frente me empieza a sudar y la respiración se me acelera mientras el miedo se apodera de mi cuerpo.

- Siempre nos ha dado indicios y nunca lo hemos sabido ver hasta ahora, que los hemos encontrado durmiendo juntos- mis lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, entonces decido que lo mejor sería proteger al canario.

Me doy la vuelta para correr de manera silenciosa hacía mi habitación, donde se encuentra mi persona favorita para despertarla ya que no quiero que le hagan daño, mis padres siempre lo han menospreciado y no soportaría que le digan cosas malas, mientras Pedri se calla ya que quiere estar conmigo.

Llegué a la habitación y me apresuré a despertarlo, sacudiendo su cuerpo de un lado al otro, rápidamente se despierta y sonríe al verme. Niego con la cabeza y la sonrisa es borrada de su cuerpo al ver que estoy preocupado.

- Pablo...- se sienta en la cama, pero yo necesito que se vaya antes de que suban mis padres- ¿qué ocurre?- cojo su mano y empujo hacía fuera, mientras la mano libre pongo mi dedo índice en la boca haciendo el gesto de silencio.

- Mis padres nos han pillado- se despierta de golpe y entiende porque quiero que se vaya, pone sus manos en mis mejillas y une nuestros labios durante unos segundos pero ahora no es como ayer, todo amor y flores, ahora es miedo de perdernos.

- Nos vemos mañana- juntamos nuestras frentes y asiento con la cabeza, le doy un pico y nos separamos.

Pero por desgracia, la puerta es abierta dejando ver a mis padres mirando fijamente a Pedri, el canario empieza a temblar de miedo y yo no detengo las lágrimas que se escapan de mis ojos. Ya que no he podido proteger a la persona que más quiero en este mundo.