3- Ansiedad

960 71 54
                                    

PEDRI:

Estaba en casa cenando tranquilamente, solo deseaba que la abogada me dejara en paz para poder sentirme seguro siempre, ya que ella me tenía inquieto por saber su próximo movimiento ya que sé que no ha terminado.

Estaba viendo una serie que la verdad es que estaba de relleno mientras mi mente me estaba confundiendo con los últimos acercamientos y cosas que han pasado con el sevillano, me estaba volviendo loco y algo gordo acabará pasando y solo espero que no sea de forma negativa, ya que no puedo vivir sin él.

De repente se escucha el timbre de casa, fruncí el ceño ya que no sabía quién puede ser a estas horas, solo deseaba que no fuera Míriam. El cuerpo empezó a temblar y caminé a pasos inseguros hacía la puerta, mis oídos me pitan y fragmentos de lo que ocurrió en Canarias vino a mi mente, sobre todo esa parte y no pude evitar que mis ojos se mojen debido a las lágrimas contenidas.

Abrí la puerta y pude cerrar los ojos, sintiendo el aire entrar a mis pulmones al ver que era Gavi, sonreí y abrí los ojos, pero mi sonrisa fué borrada al ver la ira que refleja sus ojos y supe que sería algo peor que lo que pasó con Míriam.

- Gavi... ¿qué pasa?- me empuja por los hombros hacía dentro de mi casa, no esperaba que usara tanta fuerza como para hacer que me caiga de culo al suelo. Lo miré con tristeza en los ojos, pero él parecía que me odiaba por la mirada que usaba- Pablo... por favor dime que ocurre- me levanté del suelo y él puso los brazos en jarra.

- Pensaba que era tu mejor amigo- fruncí el ceño y me acerqué dos pasos a él, pero se alejó y eso me rompió por dentro.

- ¿De qué hablas Pablo? Por supuesto que lo soy- ríe incrédulo y niega con la cabeza con su mirada puesta en mi.

- Pues no lo parece- me estaba desesperando por no saber qué pasa, porque tiene esa actitud como si le hubiera traicionado.

- ¿Qué ha pasado?- tensa la mandíbula antes de sacar el móvil, busca algo y luego me lo tira en todo el pecho. Lo agarro antes de que caiga al suelo y le miro para ver si me dice algo, pero desvió su mirada hacía la pared que tiene a su lado.

Miré el contenido de su móvil para poder entenderlo, el corazón se me detuvo, la frente y las manos me empezaron a sudar, la impotencia y la rabia llenando mi cuerpo. Era la notícia de que Míriam y yo pasamos las vacaciones juntos en una casa de Tenerife.

- ¿Qué mierdas?- no podía creer que al final la verdad saliera a la luz, alcé la mirada para verlo y veo que me me mira con odio, detesto que no hubiera contado la verdad ya que piensa que fué voluntario, pero nadie sabe lo que de verdad pasó y seguirá siendo así, ya que no puedo hablar, no sin acordarme de eso...

- No sé Pedri...- me arrebató el electrónico de mis manos- me podrías haber dicho que estuviste una semana con esa- niega con la cabeza y cruza los brazos, yo junté mis manos en un gesto nervioso ya que me estaba juzgando por no decirle la verdad- que pareces un desesperado de mierda tirándote a una de treinta no perdón, una de casi cuarenta- en ese momento sentí más rabia, me estaba diciendo desesperado sin saber las cosas e intenté que los sentimientos no me controlaran, pero me dió igual, no era nadie para decidir mi vida.

- Cállate Gavi- me miró mal- no es lo que parece- me acerqué y empujé su cuerpo hacía la salida, no quería que me hiciera acordar de todo y no quiero hacerle daño, pero me lo estaba haciendo él a mi- encima tu no eres nadie para decidir mi vida- quitó mis manos de sus hombros con rabia y asintió decepcionado.

- Que te den- me acerqué a él y lo cogí del brazo para llevarlo hacía la puerta principal- ¿qué haces Pedri?- abrí la puerta y lo eché.

- Me estás juzgando cuando no sabes la verdad- se queda quieto como si no se lo esperaba- porque me odio por haber hablado con ella, pero más por lo que pasó- cerré los ojos y mi labio inferior tembló- no te quiero ver, vete Pablo por favor- lo solté.

Entre Rumores y Sentimientos: La confusión de Pedri y GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora