14- Traición

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CASADÓ:

Me estaba preocupando muchísimo, el canario hace media hora que no me contesta, encima que está cayendo una lluvia muy fuerte, me muevo nervioso por toda la casa mientras me muerdo las uñas, mi madre me mira preocupada pero ya le he dicho el motivo por el cual estoy así. Estaba pensando lo peor, encima que no sé nada de con quien tenía que hablar y tal vez trate de eso, mis manos estiran mi cabello en señal de frustración.

El timbre resuena la casa y tanto mi madre como yo nos quedamos mirando, mi corazón se acelera y deseo que sea Pedri para preguntar porque no me ha contestado. Me faltan piernas para correr hacía la puerta principal, una vez llego respiro profundamente, calmando los nervios para poder estar estable por lo menos.

La abro y puedo confirmar que está detrás de la puerta, su cuerpo empapado debido a la lluvia, su camiseta pegada a su torso dejando que sus músculos trabajados se marquen y los pantalones pegados en las piernas, gotas cayendo de su pelo pero lo que más me preocupa es su mirada. Estaba llena de furia, como si acabara de sentirse traicionado y no sé por qué, pero pienso que yo le he hecho algo, pero no sé el qué ya que no he hecho nada.

- Pedri...- tensa la mandíbula y se acerca a pasos lentos como un depredador a su presa y me quedo inmobil- ¿qué pasa?- pone sus manos en mis hombros para empujarme dentro de casa y cierra la puerta con el pie, en ese momento llega mi madre y Pedri se gira en su dirección.

- Cariño...- escucho a mi madre- ¿quién te ha hecho tanto daño?- frunzo el ceño ya que no entiendo lo que quiere decir, se acerca despacio, como si no quisiera asustar al mayor, sus manos aprietan con fuerza mis hombros, como si me los quisiera romper mientras mira a mi madre- lo veo reflejado en tu mirada aparte de la ira- me fijé en su mirada y veo que tiene razón, mi corazón se encogió y cierra los ojos para dejar caer las lágrimas.

- ¿Me puedes dejar a solas con tu hijo?- abre los ojos para mirar a mi madre y veo como mi madre asiente con una sonrisa.

- Pedri...- mi madre desaparece de mi campo de visión y decido hablar en mi habitación, ya que estaremos más calmados- ven...- me mira y asiente con la cabeza, me giro y empiezo a moverme para irme hacía mi habitación que estaba al segundo piso.

Una vez llegamos, lo dejo pasar y después cierro la puerta para darnos privacidad, me doy la vuelta y tiemblo ante su mirada llena de odio. Mi mente empieza a sobrepensar sobre que he podido hacer mal para que me mire de esa manera, que la persona que me gusta parece que me quiera matar. Juego nerviosamente con las manos y cruza de brazos, necesito que diga algo ya que el aire me falta.

- He hablado con el mejor amigo de Gavi...- tensa la mandíbula y mira hacía otro lado, mi corazón late rápido de los nervios, pero no entendía porque tiene que hablar con el mejor amigo del sevillano- te acuerdas de que alguien pasó la foto que...- me mira- arruinó lo nuestro- trago fuerte mientras asiento con la cabeza- sé quien es- mi mente se desconectó, por eso está enfadado, sabe quien ha sido y parece que tenga ganas de matar a alguien.

- Pedri...- se acerca mientras coge el móvil de su bolsillo y veo que busca algo, decido quedarme callado hasta que diga algo o muestre algo.

- He venido tarde porque necesitaba procesar lo que he descubierto- asiento con la cabeza, lo entiendo a la perfección y alza la mirada del móvil para mirarme- porque he sido un puto estúpido de mierda- abro los ojos sorprendido ya que no me lo esperaba, estira su brazo con su móvil en la mano hacía mi dirección- mira esto- asiento con a cabeza y cojo el dispositivo con la mano derecha.

Miro con duda y vuelve a cruzar los brazos mientras alza las cejas mirando el móvil, asiento con la cabeza y trago fuerte antes de bajar la mirada al móvil. Veo que es una cámara de la casa de Gavi y en ese momento se están dando un beso, la tristeza me invade y inspiro profundamente para no llorar, ya que deseo ser el sevillano en ese momento, tener los labios del canario. Entonces aparece una persona con el móvil en la mano, era de baja estatura y llevaba una capucha, les hace una foto y el corazón se me detiene, entonces se da la vuelta dejando ver su cara, mi corazón rompiéndose a mil pedazos y no detengo las lágrimas que contenía. Subo la mirada y veo como está con los ojos cerrados, su cuerpo temblando y los brazos estirados en cada lado de su cuerpo mientras aprieta con fuerza los puños.

Entre Rumores y Sentimientos: La confusión de Pedri y GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora