Entre Rumores y Sentimientos: La confusión de Pedri y Gavi

13- No puedo...

GAVI:

- Me dijeron que tenía que escoger entre el Barça, el club de mi vida o...- cierro los ojos ya que no puedo verlo- o el amor y he escogido el Barça ya que lo es todo para mí- veo una mezcla de tristeza y decepción en los ojos, para luego agachar la cabeza y mirar al suelo.

- Lo entiendo...- sube la mirada y me mira con un puchero leve- has hecho bien en escoger al Barça, porque esto te da vida-niego con la cabeza y me acerco a su cuerpo.

- Pedri... yo quiero estar contigo- veo como cierra los ojos y lágrimas salen de sus ojos, detesto que la persona que lo tenga así sea yo, vuelve a abrirlos pero las lágrimas no se detienen y ahí entiendo que he destrozado a la persona que más amo en mi vida.

- Si de verdad quisieras estar contigo...- mis ojos se aguaron al ver que su voz está rota debido al llanto, veo borroso y parpadeo para dejar escapar las lágrimas- no te hubieras acostado con Ana anoche, entiendo que quisieras el fútbol, pero no que te hayas acostado con Ana ya- cerré los ojos con fuerza, mi cuerpo temblando del llanto ya que lo he estropeado todo- quería ser tu amigo por lo menos...- abro los ojos y veo como me mira decepcionado mientras niega con la cabeza- pero no puedo no cuando me has dejado sin respuestas, encima que has dijiste todo eso de mí...- su labio inferior tiembla y cierra los ojos- cuando sabes lo que pasó en Canarias- mi corazón dejó de latir, prometí que nadie lo haría daño nunca más y aquí estamos, siendo yo el que pisa su corazón constantemente- así que te pido...- abre los ojos y conectamos la mirada, hago un puchero mientras mi labio inferior tiembla- que me dejes ir para que pueda sanar, porque me has hecho mucho daño y eso no se olvida con unas palabras- asiento con la cabeza, nuestras caras hechas un desastre debido al llanto- ya veremos que nos espera en un futuro, pero ahora no puedo...- su respiración se corta y se da la vuelta para no mirarme- adiós Gavi- abre la puerta y sale, dejándome solo con mis pensamientos.

Con ese último adiós, me he muerto un poco internamente ya que eso significa que las cosas no volverán a lo de antes y todo por culpa mía, por no contarle la verdad. Ya que si lo hubiera hecho, ahora no estaríamos así y por lo menos seríamos amigos, porque tratarnos como dos desconocidos es muchísimo peor. Me quedo unos largos minutos viendo el suelo de ese almacén, deseando regresar atrás en el tiempo y haber hecho las cosas diferente, me siento asqueroso ya que he follado con mi ex, otra vez me he hecho el ciego y me he acostado con una que solo mira la cuenta de mi banco.

Cerré los ojos, tragué fuerte y con la mano me sequé los restos de lágrimas, para que nadie me pille y evitar preguntas. Ahora lo único que quiero es irme a casa y llorar todo el día mientras me maldigo internamente por dejar ir al mejor hombre que nadie puede conocer. Regreso al vestuario donde se encontraban todos, mi respiración dejó de funcionar y mi alma abandonó mi cuerpo al ver como el canario estaba abrazando a Casadó. Quería reclamarle ya que me dice a mi lo de Ana, pero recuerdo que todo esto es culpa mía y sonrío triste ya que sé que el catalán hará las cosas muchísimo mejor que yo, el mayor estará con alguien que sí lo trate como se merece, pero eso no significa que yo deje de luchar, hasta que no sea oficial alguna relación suya, no pienso dejar de luchar para que vuelva a caer a mis brazos.

Me desnudé en silencio y empiezo a caminar hacía las duchas, aguantando las ganas que tengo de romper a llorar y enterrarme bajo tierra. Entré y cerré la puerta, se escuchaban los murmullos de mis compañeros, pero los dejé de escuchar para volver a mi mundo, uno donde había hecho las cosas diferentes y por lo menos somos amigos.

PEDRI:

Estaba dirigiéndome hacía el coche cuando alguien me coge del brazo, me doy la vuelta y me encuentro con Ana, tenso la mandíbula y estiro mi brazo con fuerza haciendo que me suelte. Cruza los brazos y me mira con superioridad, entonces sé lo que va a decir y aprieto los puños con fuerza para no reventarle la cara. Se toca el pelo y me mira de arriba abajo con desprecio.