Capitulo 6

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Aclaraciones:

Pensamientos

Recuerdos

La madrugada en el Santuario es un momento de serenidad y paz

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La madrugada en el Santuario es un momento de serenidad y paz. Las estrellas aún brillan en el cielo oscuro, y una suave brisa acaricia los templos y jardines. El silencio es casi absoluto, roto solo por el susurro del viento y el ocasional canto de un ave nocturna. La luz de la luna baña el Santuario con un resplandor plateado, creando sombras suaves y reflejos en las superficies doradas de los templos.

La habitación donde Naruto duerme refleja la misma tranquilidad. Es un espacio amplio y luminoso, decorado con tonos suaves de blanco y dorado. Las paredes están adornadas con delicados frescos que representan escenas de la mitología griega, y el suelo está cubierto por una alfombra de terciopelo que amortigua cada paso.

En el centro de la habitación se encuentra una hermosa cuna de madera tallada, adornada con grabados dorados que representan símbolos de protección y sabiduría. La cuna está cubierta con una suave manta de seda, en la que Naruto duerme plácidamente. A su alrededor, hay varios juguetes y peluches, regalos de los Santos de Oro que la cuidan con tanto cariño.

Cerca de la cuna, una ventana grande permite que la luz de la luna entre y bañe la habitación con su resplandor suave. Las cortinas de gasa blanca se mueven ligeramente con la brisa, creando un ambiente etéreo y calmado.

En una esquina de la habitación, hay una pequeña mesa con una lámpara de aceite, libros de cuentos y pergaminos con historias y enseñanzas que Naruto ha comenzado a aprender. Todo en la habitación está dispuesto con cuidado y amor, reflejando la importancia de la pequeña y el deseo de protegerla y guiarla en su destino.

Naruto dormía profundamente en su cuna, envuelta en una manta cálida. La madrugada era tranquila, pero de repente, su ceño se frunció ligeramente al sentir una pequeña alteración. Lentamente, abrió los ojos y se encontró en un lugar oscuro y húmedo, frente a una enorme jaula con barrotes de metal.

La niña, de apenas cinco años, miró a su alrededor con confusión y miedo. No sabía dónde estaba y el ambiente sombrío la asustaba. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, y estaba a punto de llorar cuando una voz profunda y resonante rompió el silencio.

Kurama: No llores, pequeña.

Naruto se sobresaltó y miró hacia la jaula. Allí, detrás de los barrotes, vio a una enorme criatura con ojos rojos y colmillos afilados. Era el Kyūbi, el zorro de nueve colas, que la observaba con una mezcla de curiosidad y algo más suave, casi como compasión.

Naruto: ¿Q-qué es este lugar? ¿Quién eres tú?

Kurama: Este es tu interior, Naruto. Yo soy Kurama, el Kyūbi. Estoy sellado dentro de ti.

Naruto parpadeó, tratando de entender lo que Kurama le decía. Aunque aún estaba asustada, la voz del zorro tenía un tono que la calmaba un poco.

Naruto: ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué estás dentro de mí?

Los Caballeros del Zodiaco: La Saga de los ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora