Una nueva guerra se aproxima a la tierra, por lo que el patriarca Shion debe localizar a la nueva reencarnación de Athena, mas nunca se imagino que en esta vida, los shinobi se involucraran con la orden de Athena
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La pequeña Naruto, caminaba con pasos cortos y curiosos por la Isla de Andrómeda. A su lado, el Patriarca Shion, con su imponente presencia y su túnica blanca, la guiaba con una sonrisa serena.
Había decidido visitar la isla para supervisar el entrenamiento de los caballeros y asegurarse de que no les faltara nada. Pensó que sería una buena idea llevar a la pequeña reencarnación de Athena con él, para que se distrajera un poco de sus estudios y no estuviera siempre encerrada en el Santuario.
La isla era un lugar de belleza salvaje y misteriosa. Los árboles altos y frondosos se mecían con la brisa marina, y el sonido de las olas rompiendo contra las rocas creaba una melodía constante y relajante. El aire estaba impregnado del aroma salado del mar y de las flores silvestres que crecían por doquier.
Naruto miraba a su alrededor con ojos grandes y llenos de asombro. Cada detalle de la isla parecía fascinarla. De vez en cuando, se detenía para observar una flor o una piedra especialmente interesante.
Naruto: Shion, ¿por qué hay tantas flores aquí?
Preguntó la niña, señalando un grupo de flores de colores brillantes.
Shion se agachó a su lado y le sonrió.
Shion: Las flores crecen aquí porque la tierra es fértil y el clima es perfecto para ellas. Además, los caballeros cuidan bien de la isla.
Naruto asintió, satisfecha con la respuesta, y siguió caminando. Pronto llegaron a un claro donde varios caballeros entrenaban. Los sonidos de espadas chocando y gritos de esfuerzo llenaban el aire.
Naruto: ¡Mira, Shion! ¡Están entrenando muy duro!"
Exclamó admirando la dedicación de los caballeros.
Shion: Sí, Athena. Ellos entrenan para proteger la paz y la justicia. Es un trabajo muy importante,"
Respondió Shion, observando a los caballeros con orgullo.
La niña se quedó un rato observando el entrenamiento, fascinada por la habilidad y la fuerza de los caballeros. Shion, mientras tanto, se aseguraba de que todo estuviera en orden y de que los caballeros tuvieran todo lo que necesitaban.
Después de un rato, Shion se volvió hacia Naruto.
Shion: ¿Te gustaría ver más de la isla?
Naruto: ¡Sí, por favor!
Continuaron su paseo, explorando cada rincón de la isla. Naruto se sentía libre y feliz, disfrutando de cada momento fuera del Santuario. Y Shion, viendo su alegría, se sintió satisfecho de haber tomado la decisión correcta al traerla con él.
Mientras Shion y Naruto continuaban su paseo por la Isla de Andrómeda, se encontraron con el Caballero Albiore de Cepheus. Albiore estaba acompañado por dos niños: una niña de cabello rubio y una máscara que cubría su rostro, y un niño de cabello y ojos verdes. Al ver al Patriarca, Albiore hizo una pequeña reverencia, seguido por los niños que lo acompañaban.
