"Hay corazones rotos a mi alrededor
y no veo una manera fácil de salir de esto"_________________________
Tate se recuesta en el sofá con lentitud, e inevitablemente, su respiración se sincroniza con los suaves latidos de su inquieto corazón.Su mente, verdaderamente desorientada, divaga en los recuerdos de esos últimos días, específicamente, en aquellos donde Madeleine Marsden era la protagonista, y es que últimamente el nombre de la castaña solia aparecer en sus pensamientos con bastante frecuencia, era inexplicable lo que la joven lo hacía sentir, pero sin duda, la presión de querer evitarlo empezaba a ser irresistible.
El dia anterior Madeleine, había tenido un ataque, fue repentino y ocurrio tan rapido que el muchacho no fue capaz de reaccionar a tiempo.
Sus nervios aumentaron y sin duda alguna lo traicionaron, cuando observo como su cuerpo, indefenso, se desvanecio en la alfombra en un golpe seco, acción que lo obligó a acercarse a ella para sostenerla entre sus brazos.
Su mirada angustiada, conecto con la suya por una fracción de segundos, y luego su respiración y el débil movimiento de su corazón se corto.No supo como reaccionar, la situación lo agobio lo suficiente como para alejarse, por lo que, angustiado, soltó la mano de la chica y salió de la habitación, abandonandola.
Se puso de pie con evidente frustración, negando repetidamente ante el recuerdo de lo sucedido, aquel sentimiento de culpa se intensificó inmediatamente y las lágrimas no tardaron en rodar por sus mejillas, reflejando la tristeza que lo invadío al comprender que si algo malo sucedía con la joven sería su responsabilidad.
Detente... porfavor –murmuro en un débil susurro, su cabeza daba vueltas, afligida. –¡Basta! ¡Detente! –soltó con fuerza, cubriendo su rostro con impotencia.
Y entonces ocurrió, lo que ansiaba que sucediera, y que sin embargo no experimentaba desde aquella tarde en la secundaria. Su ira exploto dentro de sí, tan fuerte, tan inesperado, tan particularmente extraño. Tate sintió como su cuerpo se estremecía completamente y sin previo aviso, se desplomó en el suelo.
_________________________
Madeleine se encontraba, inmóvil, observando atentamente el manto de estrellas danzantes que adornaban el cielo esa noche fría de invierno, atraves de su ventana.Aún se sentía débil, inestable, como si su cuerpo fuera incapaz de controlarse, incapaz de mantenerse de pie por más de unos cortos minutos. Seguramente tardaria semanas en mejorar, asi que por ahora continuaria descansando en su desolada habitacion, tal y como su médico le había indicado.
Claro que habían ocasiones en las que sus impulsos controlaban sus decisiones, sus emociones e incluso sus acciones. Su mente era un remolino de dudas, tristeza y melancolía constante, todas las noches, divagaba en los mil "¿y si hubiera sido distinto?", y es que esa palabra, pequeña e inocente, solía ser la causa de sus mayores temores.