capítulo 39

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- ¿Seguro que estarán bien? Es una reunión larga, intentaré salir lo más rápido posible - dijo el omega abrazando un poco más a su cachorro.

Estaban en la ciudad una vez más, se había enterado de la reunión de trabajo que su novio tenía e insistió en llevarlo y cuidar a Ni-ki en el departamento mientras Felix se reunía con sus compañeros tranquilo.

- Sí, Lix, encontraremos un lindo parque por ahí, almorzaremos y te esperamos - aseguró, mirando los ojos miel de su omega.

Lo vio suspirar, dejando un beso en la frente de Ni-ki antes de hablar otra vez.

- Bien, pero llámame por cualquier cosa y si quieres inventar una emergencia que me saque de ahí con urgencia, te prometo que no me molestará - dijo, pasándole a Ni-ki.

Se rió, tomando al cachorro y besando los labios de su omega.

- Envíame un mensaje y nos atropellará un caballo o algo así - dijo, viéndolo sonreír.

Tomó sus cosas y abrió la puerta del Jeep.

- Por eso te amo. Adiós Ni-ki, nos vemos luego amor - besó la mejilla del pequeño una vez más.

Se bajó mirando el bar donde lo esperaban con muy pocos ánimos.

- Adiós mami, nos vemos - saludó el cachorro moviendo su manito.

Esperó a que estuviera dentro del bar para ajustar el cinturón a Ni-ki en el asiento de acompañante y arrancar el pequeño paseo por la ciudad.

- Mami y yo vivíamos por aquí antes - dijo señalando los edificios - Pero no vivimos más aquí, papi.

Seúl era una ciudad grande, pero el barrio en el que se encontraban parecía bastante acogedor y residencial. Ni en otra vida podría pagar por vivir en un lugar así.

- Claro, cariño, ahora viven allá en casa, conmigo y los tíos - dijo girando en una esquina, sabía que el departamento de Felix estaba por allí y tenía la llave, pero no le parecía correcto ir sin él.

Además hacía un día hermoso y soleado, Ni-ki necesitaba andar y aprovechar los últimos días cálidos de noviembre como ese, antes de que llegue el frío diciembre.

Estacionó en un parque enorme, había fuentes y juegos para niños, además que estaba rodeado de sitios para comer y estaba lleno de familias.

- ¿Qué te parece si esperamos a mami aquí, Ni-ki? - dijo mirando a su hijo.

- ¡Sí! ¿Dinu y el triciclo? - preguntó, dejando que le suelte el cinturón.

Le puso su camperita y estaba listo, él tomó sus lentes y su propio abrigo. Comprobó que no tenía mensajes.

- Dinu está atrás, míralo, con su cinturón abrochado - señaló al dinosaurio en la parte de atrás del auto, Felix lo había sujetado también para que Ni-ki se quede tranquilo en su sillita - Y el triciclo está en el baúl, ahora lo bajamos, ¿si?

- Oki doki - canturreó, estirando sus brazos para que lo cargue.

- Entonces vamos, compañerito.

Una vez que tuvo a Ni-ki, a Dinu y al triciclo, bloqueó el jeep y bajó el triciclo, el cachorro quiso subirse con el dinosaurio de peluche.

- Mira papi, ¡soy muy rápido! - chilló tomando velocidad con el triciclo.

Sonrió al verlo ir con toda la fuerza de sus piernitas, siendo rápido pero sin irse muy lejos.

- Eres el rayo McQueen, Ni-ki - dijo, sintiéndolo reír.

Hyunjin se había enterado de que ni su hijo ni Felix habían visto Cars, así que un par de noches atrás los sentó en el living a ver las películas. Ni-ki, hijo é tigre, tenía a McQueen como personaje favorito.

beach boys | hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora