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La teoría de las cuerdas es una teoría que plantea que existen universos complementarios al nuestro que comparten espacio y tiempo, pero que no podemos ver.
Y mucho menos entrar
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¿Verdad..?
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𝐊𝐢𝐦𝐞𝐭𝐬𝐮 𝐧𝐨 𝐘𝐚𝐢...
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Tanjiro te llevó donde Inosuke y Zenitsu ya estaban esperando, y justo cuando llegaste...
—¡(T/N), MI AMOOOR! —chilló Zenitsu mientras corría hacia ti a una velocidad inhumana, con lágrimas en los ojos—. ¡LO INTENTÉ, PERO ESTOS DOS MINUTOS SEPARADOS FUERON UNA ETERNIDAD EN EL INFIERNO! ¡WAAAAAA! —Se lanzó hacia ti, aferrándose a tu brazo como si su vida dependiera de ello.
—Hmp. Yo ya sabía que era mejor llevar a la bruja. —Inosuke se cruzó de brazos con su característica altivez—. Después de todo, es mi subordinada.
Zenitsu, sin soltar tu brazo, soltó un resoplido—: ¡Cállate, puerco salvaje! ¡Yo la vi primero! ¡Ella claramente me prefiere a mí!
Tanjiro, mientras tanto, se mantuvo a tu lado, todavía sosteniéndote de la mano. Te miró con una pequeña sonrisa, esa que siempre hacía que te sintieras más tranquila.
—Gracias por venir, (T/N). —su voz era suave, pero también nerviosa—. De verdad queremos ayudarte... bueno, ya sabes, y... no queríamos dejarte sola... Sé que no es cien por ciento seguro, pero... queremos protegerte y... etto... —Tanjiro se estaba enredando en sus propias palabras, sus mejillas tomando un ligero tono rosado.
No entendiste la mitad de lo que dijo, pero captaste la esencia. Con una sonrisa, le diste unas palmaditas en la cabeza, tu nueva y efectiva manera de comunicarte con ellos. Palma en la cabeza: conexión establecida.
—Yo... umm... les agradezco mucho —dijiste en japonés, bastante orgullosa de tus progresos.
Zenitsu, que aún estaba aferrado a ti, prácticamente explotó en llanto otra vez—: ¡UWEHFUWEIFHWIOEFJ! ¡(T/N), ERES TAN TIERNA! ¡TANJIRO, DEJA DE AGARRARLE LA MANOOOOOO! —Y antes de que te dieras cuenta, te envolvió en un abrazo desesperado mientras miraba a Tanjiro con celos, siendo ignorado por este.
—JEJEJEJEJEJE. —Inosuke se acercó, golpeándose el pecho—. Como jefe, es mi deber guiar a mis subordinados. ¡Tú también, Gompanchiro, deja de ser tan lento!
Tanjiro, con su siempre presente paciencia, simplemente le dedicó una pequeña sonrisa a Inosuke, sabiendo que era mejor no discutir con él. En cambio, volvió su mirada hacia ti, todavía sin soltar tu mano.
—Bueno, es hora de partir. —Tanjiro se preparó para liderar el grupo.
Y así, partieron camino a la misión. Misión que tú, por cierto, sabías que les iba a costar. "Con suerte no me involucraré mucho" pensaste. Aunque, con esos tres, dudabas que pudieras mantenerte fuera del caos.
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Más tarde esa noche...
El bosque se hacía más espeso y oscuro con cada paso. El ambiente estaba tenso, pero el que más lo sentía era Zenitsu.
