Capitulo 13: Un Nuevo Lugar Seguro

145 3 0
                                    

El lunes posterior a la charla con mis padres, me siento perdido. Pri faltó a clases, y aunque me preocupa por ella, me doy cuenta de que tengo una oportunidad inesperada de acercarme más a Luna. Siempre ha sido un poco más reservada que Pri, pero hay algo en su mirada que me dice que puedo confiar en ella.

A medida que avanza la jornada, encuentro un momento para acercarme a ella durante el almuerzo. Nos sentamos en un rincón del patio, lejos de las miradas curiosas de otros compañeros. "¿Te importa si me siento contigo?" pregunto, sintiéndome un poco nervioso.

Luna asiente y sonríe. "Claro, Luciano. ¿Qué tal estás?" Su tono es cálido y accesible, lo que me da un poco de aliento.

Luna es una chica pequeña, con una presencia que irradia calma. Su pelo rubio cae en suaves ondas sobre sus hombros, iluminando su rostro. Sus ojos, marrones en su mayoría, tienen la particularidad de brillar con un tono parecido a la miel cuando les da el sol, reflejando un océano de comprensión y empatía. Siempre están atentos, observando y escuchando sin juzgar.

"Bueno... supongo que ha sido un día complicado," empiezo, buscando las palabras adecuadas. "Pri no vino hoy, y... me siento un poco perdido."

Luna me observa atentamente, sin apresurarme a responder. "A veces, es bueno tener un día tranquilo para pensar. ¿Hay algo en particular que te esté preocupando?"

No sé si debo abrirme del todo, pero siento que, al menos, puedo compartir algunas de mis dudas. "Es solo que... últimamente he estado pensando en quién soy realmente. Mis padres tienen una idea muy fija de lo que debería ser, y me siento atrapado en eso."

Luna asiente, mostrando una comprensión genuina en su mirada. "Eso puede ser difícil. La presión para encajar en un molde puede ser abrumadora. A veces, lo que la gente espera de nosotros no coincide con lo que realmente somos."

Sus palabras resuenan en mí, y me animo a continuar. "A veces me pregunto si lo que siento es normal. Me atraen cosas que no encajan con lo que se espera de un 'hombre', ya sabes... como experimentar con ropa diferente o incluso pensar en cómo me vería siendo más 'femenino'."

Luna me mira con empatía. "No hay nada de malo en querer explorar tu identidad. Todos tenemos nuestros propios caminos, y no hay una forma 'correcta' de ser tú mismo. Lo importante es que te sientas auténtico."

Siento un alivio profundo al escucharla. Por un momento, olvido la presión de mis padres y el miedo a ser juzgado. Pero a medida que la conversación avanza, una pequeña duda comienza a burbujear dentro de mí. "¿Y si no lo aceptas? A veces pienso que podría parecer ridículo, o que te asustaría lo que estoy sintiendo."

Luna me observa con una seriedad renovada. "Luciano, todos luchamos con inseguridades. La vida es complicada, y a veces lo que sentimos puede ser confuso. Pero si te lo guardas, solo te harás daño. Confía en que estoy aquí para ti, sin juicios."

Una parte de mí quiere abrirse completamente, pero otra parte teme que mis palabras puedan ser demasiado. "Es solo que... hay tantas cosas que quiero probar, pero tengo miedo de que, si lo hago, mis amigos y mi familia me miren diferente."

Luna me mira un momento en silencio, luego suelta una risa suave. "Tú, ridículo, Luciano? No me hagas reír. ¡Tú te verías increíble siendo quien quieras ser!"

Su comentario me saca una sonrisa, relajándome. "¿Tú crees?"

"Por supuesto. ¿No te diste cuenta de que todos te miran en la escuela? No importa lo que hagas, la gente siempre te sigue. Yo digo que seas quien quieras ser, y ellos que se acostumbren."

Sus palabras se sienten como un cálido abrazo. Aunque mis dudas aún persisten, el peso que llevaba parece un poco más ligero. "Gracias, Luna. Es solo que a veces siento que si lo comparto, podría ser rechazado."

"Es comprensible. Pero recuerda que cada uno tiene sus luchas. A mí también me ha pasado," confiesa Luna, revelando un lado más personal de sí misma. "A veces, simplemente necesitamos un espacio seguro para ser nosotros mismos, sin temor a las críticas."

Esa simple afirmación me reconforta. Me doy cuenta de que, aunque Pri es un gran apoyo, Luna también tiene un lugar especial en mi vida. Conversar con ella me permite explorar mis emociones sin miedo a ser juzgado.

"Gracias por escucharme, Luna. Siento que es un alivio poder hablar contigo de esto," digo, sintiéndome más cercano a ella.

Luna me sonríe de una manera que siento que me entiende sin necesidad de más palabras. "Siempre estoy aquí para escucharte," responde, con sinceridad en su voz. "No tienes que tener todas las respuestas ahora. El viaje de autodescubrimiento es personal y puede llevar tiempo. Y aunque no tengamos la misma confianza que tú y Pri, estoy aquí para ti."

Hay algo en su mirada que me hace sentir seguro, como si viera más allá de lo que digo. "Hay algo en ti, Luna, que me hace sentir que no tengo que explicar tanto. Estás ahí, me entiendes en silencio, y eso es más de lo que podría pedir."

Luna se ríe suavemente y me da un suave golpe en el brazo. "Bueno, no te pongas demasiado sentimental ahora."

Me río con ella, sintiéndome más ligero. Mientras nos levantamos para volver a clase, Luna saca algo de su mochila y me lo extiende. Es un choker negro, sencillo pero elegante.

"Ten. Me parece que te quedaría bien," dice, con una pequeña sonrisa cómplice.

La miro sorprendido. "¿En serio?"

"Claro, Luciano. No tengas miedo de probar cosas nuevas."

Tomo el choker y, aunque siento un poco de nervios, me lo coloco alrededor del cuello. Al mirarme en el espejo del baño, una chispa de valentía se enciende en mí. Hay algo liberador en esto. Me siento diferente, como si hubiera dado un pequeño paso hacia ser quien realmente soy.

Al final del día, me siento un poco más ligero. Aunque mis dudas no se han ido, ahora sé que tengo a alguien más aparte de Pri en quien confiar, y eso es un paso importante en mi camino hacia la aceptación de mi verdadero yo.

El diario de LudmilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora