"Yo conozco eso voz y solo viene de una persona la cual conozco muy bien, Alondra..."
𓂃⌁.˖ ࣪ャ゙
PRESENTE
DIAMONTE POV
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Mierda, ahora sí se formó lo que tanto me pasaba por la cabeza. Si fui capaz de llegar tan lejos con esto, me toca dar la cara. La verdad, ella no me asusta, sino lo que va a hacer Clarent. ¿Se irá tras de ella o finalmente se decidirá por mí?
Entre el shock, no me di cuenta de lo que estaba diciendo Clarent. Solo sentí que me palmeó el muslo, y mi atención volvió a la realidad. Vi cómo se separó de mí, arreglándose el pantalón.
—Puñeta —escuché que murmuró entre dientes.
Alondra seguía gritando y retumbando el cristal del carro.
—¿Qué carajos haces ahí sentá todavía? Avanza y arréglate —habló molesto, mientras yo rápidamente actuaba, acomodándome la ropa.
—Antes de que te bajes, dime, ¿qué vas a hacer?
—Yo a ti no te tengo que decir un carajo. Y desde ahora te digo: calladita te ves más bonita.
Después de esa respuesta, abrió la puerta y se bajó del carro. Pude ver cómo Alondra se le arrimó encima, dándole cantazos.
—¡Yo sabía que algo estabas tú haciendo, jodío cabrón! Y yo negándome a creer que tú me podías hacer algo así —gritaba ella.
Me salí del carro, ahora su mirada conectando con la mía.
—¿Y tú? —señalándome con coraje—. ¡Mi supuesta mejor amiga, comiéndose a mi novio! ¿Quién en su sano juicio hace eso?
—Alondra, por favor, cálmate, estás haciendo un show —le respondió Clarent, despegándola de su cuerpo.
—Yo nunca pensé en hacerte daño, solo las cosas pasan...
Vi cómo se zafó del agarre de Fabián y se lanzó hacia mí. Sus manos agarraron mi cabello, jalándolo, mientras me gritaba cosas. Obviamente, nunca pensé pelear con alguien a quien un día vi como mi hermana. Sé que soy yo la que está mal, pero quedarme dada jamás va a pasar. Sin pensarlo, mi puño conectó con su cara. Con la otra mano, agarré su pelo, haciendo que soltara su agarre en mí.
En cuanto se despegó de mí, me fui encima de ella, cuadrándome. Mis puños conectaban con su cara mientras ella trataba de defenderse como podía.
—¡SUÉLTENSE! ¡SUÉLTENSE YA! —se escuchaba a Fabián gritar.