PRÓLOGO

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Antes de comenzar, es importante dejar algo claro: esta historia no es real. No está basada en personas ni hechos reales. Tampoco refleja experiencias personales, ni pretende denunciar o exponer situaciones específicas. Lo que leerán es una obra de ficción, y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Aunque el relato trate temas sensibles y perturbadores, no debe confundirse con una extensión de mi vida ni de la de nadie más. No busquen encontrar paralelismos con experiencias propias o ajenas, pues nada de lo que aquí se cuenta tiene sus raíces en lo personal. Les pido, por favor, que no intenten interpretar esta obra como una declaración personal.

Dicho esto, lo que encontrarán en estas páginas es la cruda representación de una mente fragmentada por el peso de la culpa, los recuerdos perdidos y los traumas que se niegan a desaparecer. No hay luz que guíe al protagonista, solo la constante lucha entre lo que una vez fue y lo que su mente le permite recordar.

Este es un viaje por la desesperación, el aislamiento, y la búsqueda de una verdad que se resiste a ser encontrada. A medida que la historia avanza, no se encontrarán respuestas fáciles, ni finales felices. Solo queda la dura realidad de lo que ocurre cuando la mente se convierte en la peor enemiga de uno mismo.

PrisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora