Silence [König]

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Nota: este capitulo puede contener escenas +18, violencia, tortura, humillación, violencia de tipo sexual (no trato de romantizar este trato) si no te gusta este tipo de contenido te pido que te retires <3

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También quería explicar el significado de la tipografía ☝🏼🤓, por si todavía es difícil (me costaba hacer un fanfic con una TN que hablé)

Ejemplo-Dialogo
Ejemplo-Pensamiento
Ejemplo-Cuando la rayis escribe
Ejemplo-Cuando la rayis habla en señas
(Aunque igual lo específico siempre)

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Aclaraciónes:

Aquí Alejandro y Soap son Sargentos.

La personalidad de los personajes está basada en mi representación, obviamente canonicamente nos rajan la madre pero esto es un fanfic. Así que solo diré "son caricaturas mijo, no esté chingando" 🫶🏼

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Pov ____:
Día 168

Llegué a mi habitación casi desmayandome, me tambalee de cansancio y me desplomé en el piso, jadeando y luchando por recuperar el aliento. Mis piernas temblaban exageradamente y podía sentir cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Después de unos segundos, me senté en el piso y me recargué contra la puerta cerrada, con la mente llena de pensamientos y emociones caóticas.

Me reprochaba a mí misma por mi decisión, ¿Cómo pude ser tan descuidada?. Mi corazón latía a toda velocidad y las náuseas aún persistían. Me acerqué las rodillas al pecho y las rodeé con los brazos, luchando por darle sentido a lo que había sucedido y lo que ocurriría a continuación. Mierda, mierda, Ghost, ¿qué hare ahora?. Sentía cómo la preocupación y el miedo se apoderaban de mí a medida que pasaba por las posibles situaciones y consecuencias que podría enfrentar. Me mordí el labio inferior, sintiendo cómo las náuseas se intensificaban ligeramente.

Me quedé sentada allí por un tiempo indefinido, tratando de recuperarme física y mentalmente de lo sucedido. Sentía cómo mi estado emocional pasaba de miedo, a arrepentimiento, a desesperación, y de vuelta otra vez. A pesar de que estaba exhausta, no podía relajarme ni un momento, mi mente estaba llena de pensamientos e imágenes perturbadoras. La habitación estaba fría y oscura, pero yo sentía cómo sudaba frío, mis manos se sentían temblorosas y mi estómago se contraía incómodamente.

Intenté levantarme del piso, pero mis piernas temblaron y sentía cómo mi cuerpo estaba agotado y débil. Tragué saliva mientras luchaba por estabilizarme nuevamente, sintiendo cómo el mareo me hacía tambalear ligeramente. Después de algunos intentos fallidos, finalmente logré estabilizarme a mí misma lo suficiente como para sostenerme. Me quedé parada de pie, apoyándome ligeramente contra la puerta cerrada para mantener el equilibrio y recuperar el aliento. Con cada respiración, me sentía ligeramente más débil y mareada, pero forcé a mis piernas a mantenerse firmes. Después de unos segundos, levanté la mano y me la llevé a la boca, cerrando los ojos y luchando contra el mareo y las náuseas.