Sus dos maridos

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Iris entro a su habitación muy temprano, iba arreglada para el día a pesar de que la fiesta había terminado muy tarde, Mery supuso que no habria dormido nada pero la rubia lucia hermosa como siempre, llevaba un traje de vestir blanco con una minifalda muy corta y un saco a la medida.

-Iris... ¿Que pasa? - pregunto adormilada - ¿Que hora es?

-7:30

-Dejame dormir...

-Ya me voy, solo quería agradecerte por lo de anoche...

Mery la miro desde la cama y le sonrió.

-Esta bien... Ahora Helios me dará otro mes sin cumplir con mis "obligaciones" supongo.

Iris sonrió y en sus ojos había dulzura.

-Bueno. Me voy, Chris y yo estaremos fuera todo el fin de semana. Diviértanse.

-Espera, ¿Que? ¿A dónde van?

-Cosas de trabajo, nos vemos - se despidió la rubia cerrando la puerta tras ella.

Mery suspiro. Se quedaría sola todo el fin de semana con Demian y Samuel. No era algo que le hiciera mucha ilucion...

Los ojos verdes de Demian volvieron a su cabeza y sintió ganas de ahogarce con su propia almohada.

Era sábado por lo que Marcus iría medio día así que se preparo para recibirlo a él y a Rosy.

Del otro lado de la mansión Chris y Demian hablaban en el despacho.

-Asegurate de que firmen todo, y no desistas, si ven que pueden quitarte aunque sea un poco de ese terreno, lo harán - soltó Demian dándole al rubio un folder con los papeles a firmar.

Chris casi rodo los ojos.

-No olvides con quién hablas Demian, yo te enseñe todo lo que sabes.

Demian rio.

-Claro... Y como es común, el estudiante ha superado al maestro.

Chris nego divertido.

-Asi que...

-Oh, no...

-Andromeda...

-No, no empieces con eso - soltó Demian.

-¿Crees que este fingiendo?

-Ya hablamos de esto ¿No es así?

-Lo hicimos, pero eso fue antes...

-¿Antes de que? ¿De que te ayudara a cubrir tu torrido romance con tu nuera?

Chris hizo una mueca pero asintio.

-Exactamente. No es algo que la vieja Andromeda haría.

-Lo se - Demian recordó la noche anterior, Andrómeda le había regalado algo hermoso, el recuerdo de su madre, y lo había acariciado con cariño...

-Ademas de otras cosas, simplemente no creo que Andrómeda fingiera tan bien. Su nueva amistad con Iris, ahora cocina y parece... Temerme...

-Si, a mí también me evita - soltó Demian - e incluso a Samuel. No es normal en ella, tal vez a mi, pero no a Samuel.

-Bueno, después de lo de... El bebé.

-Aun así.

-Sin menciónar que su nueva preocupación es... Ah mira, ahí está, puntual como siempre - solto el rubio mirando por la ventana.

Demian frunció el ceño y rodeo el escritorio.

Miro hacia el jardín a un hombre enorme de cabello negro atado a la nuca en una coleta, barba y moreno. Un constructor seguramente. Le pareció haberlo visto antes por la casa pero jamás le había puesto atención.

Entonces Andrómeda apareció, se acercó y lo saludo con un beso en la mejilla y un abrazo. Parecía muy feliz de verlo.

-¿Su nueva preocupación, dices? - soltó Demian sin dejar de ver a su esposa hablar muy sonriente con aquel hombre.

-Oh si, Iris me dijo que la mando a indagar en su vida y que ha intentado pagar sus cuentas, que son bastantes por cierto.

-¿Ah si...? ¿Desde cuándo es que...?

-Al parecer desde que regresó del hospital. Cada día le prepara limonada y le hace comida para que lleve a casa. Él tiene una hija y Andrómeda se la pasa todo el día con ella.

Demian cada vez sentía el ceño más fruncido. No era que esto lo molestará, era más bien el no saberlo.

-Vere que pasa - soltó caminando hacia la puerta.

Mary se encontraba junto a Marcus escuchando lo que avanzarían ese día. Estaba algo triste puesto que Rosy se había quedado con su abuela y no la vería sino hasta el lunes.

-Creo que hoy terminaremos el piso del kiosco, la próxima semana quedará listo para comenzar con el estanque artificial.

-Genial, el invernadero le encanto a Demian, estoy segura que Iris amara el kiosco y Samuel el estanque. Ya mandé traer los peces.

-Esta bien... Comenzaremos con...

Marcus calló al ver a Demian acercarse.

-Demian ¿Te vas? Saludo Mery.

-Si, ya me iba, pero te vi y... Decidí pasar a saludar.

-Ah... Pues... - Mery no sabía muy bien que hacer, Demian jamás le hablaba si podía evitarlo - él es Marcus, es... El contratista, es quien hará el kiosco y el estanque y también reparo el invernadero...

-Mi equipo, en realidad, no fui solo yo - soltó Marcus dandole la mano a Demian.

Demian tomo su mano y asintio.

-Demian, esposo de Andy - soltó Demian tomándola por la cintura.

Mery estaba segura que de haber estado comiendo se habría atragantado.

Miro a Demian casi con pánico. Su corazón comenzó a palpitar con una rapidez que la asustó. Podía sentirlo en su garganta. Se alejo de Demian y trato de tranquilisarce.

Sabía que Marcus no sabía que era ella y que lo que Demian había dicho era lo correcto, aún así, no podía evitar sentir que sus dos maridos estaban uno frente al otro.

-Ah... Yo... - comenzó a balbucear.

Marcus asintió.

-Deberia regresar a trabajar.

-Claro - soltó Demian con una sonrisa que no llegó a sus ojos -Asi que... ¿Cuánto llevas acostandote con él?

Mery estaba a punto de desmayarse.

-¿Que?

-Es tu nuevo amante ¿No?

Ella se volvió para asegurarse de que Marcus no hubiera escuchado.

-¿Estas loco...? Claro que no. No...

-Mirate Andy, roja como un tomate, creo que jamás te había visto sonrojarte antes. Ni siquiera cuando te encontré revolcandote con mi hermano.

Mery comenzó a respirar entrecortadamente. Escuchaba los latidos de su corazón en sus oidos.

-Demian... Siento lo de... Se que... Me han dicho que Samuel y yo... Lo lamento, pero...

-¿Que? - pregunto Demian cruzándose de brazos.

-No debí hacer eso - lo miro a los ojos, sus ojos verdes como esmeraldas - lo lamento mucho, engañarte de por sí es horrible, pero hacerlo con tu hermano es... - cerró los ojos. Sin importar lo que Andrómeda y Samuel sintieran, lo que habían hecho estaba mal - Demian, espero que puedas perdonarme algún día, no recuerdo nada de esta vida hasta que desperté en el hospital pero quiero que entiendas que, no quiero ser tu enemiga.

Demian tenso la mandíbula y trago saliva.

Se dió la vuelta y se dirigió a su auto sin responderle.

Mery subió a recostarse, sentía que la cabeza le iba a explotar.

Entre dos vidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora