Conquista

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- Iremos hoy mismo por mi trono – La voz de Rhaenyra vibraba con decisión en toda la habitación, con Daemon a su lado izquierdo y Lucerys a su lado derecho en la cabeza de la mesa, su consejo parecía anonadado por la repentina decisión, era arriesgado a ojos de cualquiera ya que no contaban con la misma información que ellos.

>> - ¿Y si nos está mintiendo? ¿Y si nos está llevando a una trampa?- Daemon escupió la pregunta con veneno y duda, no había querido reconocer la presencia de Lucerys más allá de lo necesario después de que ingreso a la habitación personal de los reyes, aun resentido por el golpe.

- Iré junto a mi madre y contigo, ahora soy su compañero, si algo me pasa se estará colocando la soga en el cuello, además quiere piedad para Helaena y sus hijos, no los arriesgaría de esa forma, sabe que es traición y recibirán un castigo por ello – Lucerys intento convencerlos, quería que creyeran en su omega, pero entendía que había que ser precavidos y notaba la duda e n el rostro del alfa rubio – si es en verdad una trampa él evitará que vaya para que no muera, si eso pasa, sabremos que nos está mintiendo –

Daemon guardo silencio, mirando fijamente a Rhaenyra, esta era decisión de la omega, ella es quien debía decidir si confiaba o no en las palabras del tuerto.

- confió en lo que dice mi hermano, pero para estar seguros, ve y dile que iras conmigo a reclamar el trono para conocer su reacción – le dedico una suave sonrisa a su hijo, apretando la mano de Daemon al notar su disgusto. <<

Lo siguiente a esa conversación fue ir directamente a su habitación en busca del omega, siendo acompañado por Rhaenyra, quien quería ser testigo del comportamiento de su hermano y sus reacciones, buscando alguna pisca de engaño en sus palabras.

>> - Volaremos por el trono de mi madre hoy mismo – Lucerys había tomado asiento frente a su compañero en la cama, la fiebre parecía haber bajado lo suficiente para tener al omega lucido.

Aemond guardo silencio, incómodo y sin mirar a ninguno de los dos, sintiéndose a la defensiva por tener a su hermana en la misma habitación con su calor aun golpeándolo, aunque la contraria también era una omega no estaba acostumbrado a estar rodeado de nadie en su celo, siempre solo en sus aposentos mientras la fiebre se iba.

- Quiero ir con ustedes, Vhagar hará que cualquier resistencia desaparezca – hablo por fin después de lo que pareció un eterno silencio, levantando su mirada para encontrarse con los ojos de Rhaenyra – claro, si usted lo permite...mi reina – las palabras salieron dolorosamente forzadas de su boca, pero soporto la sensación, ya no importaba quien era el rey o la reina, ni quien se sentará en el absurdo trono, solo quería reencontrarse con Helaena y sus hijos lo más pronto posible para asegurarse de que están bien.

Rhaenyra pareció complacida, con una sonrisa asintió a su petición, sería arriesgado llevar al omega al campo de batalla teniendo la fiebre aun en su cuerpo, pero solo bastaba con la sombra de Vhagar en el cielo para asustar a los soldados, nada más, estaría seguro en las nubes. <<

Luego de eso su siguiente paso fue contactar a Corlys para contarle sobre sus planes y pedirle que movilizara su ejército los más rápido posible, ahora la reina negra estaba frente a su consejo una vez que todo el plan fue ajustado, observando como comenzaban a exaltarse, cuestionando con su mirada a la omega rubia, como si una tercera cabeza le hubiera salido.

- Sé que es un poco repentino, pero mi hermano Aemond ha decidido unirse a mi causa, y ha traído consigo excelentes noticias en la noche de ayer, el usurpador ha sido atacado de gravedad, desconocemos si está vivo o muerto, pero es seguro que ya no es una amenaza – sus declaraciones dejaron a la sala atónita, no tardando en estallar en preguntas y dudas.

INJUSTICIA - LUCEMONDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora