Capítulo 13: Un secreto que los ojos no pueden guardar

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Al día siguiente Knuckles va a despertar a Sonic, quién seguía dormido. Toca su puerta pero como nadie responde, decide entrar.

- Su majestad, es hora de despertarse.
- ¡Dios! ¿Por qué acepté este trabajo?
En eso va entrando el zorro amarillo a la habitación
- Sonic, hoy es nuestro primer día amigo, tenemos que ser puntuales.
- Si ya iré.
- Su majestad, ya le preparé el baño.
- Enseguida iré.
- Apúrate Sonic Rouge también se despertó temprano y nos preparó el desayuno.

Sonic decide apresurarse pues hoy el tenía entrenamiento y práctica con los novatos.
Ya en el castillo real. Un veterano se presentaría cómo el instructor de Sonic, quién le enseñaría a blandir su espada, movimientos y agilidad a la hora del combate cuerpo a cuerpo.

- Es un honor poder ser su entrenador joven Arthur. Mi nombre es Robert
- No, no, el placer es todo mío.
- Yo me he dedicado a entrenar a casi todos los miembros de la realeza por más de 20 años.
- ¡¿Qué?! Éso es genial, ¿También a entrenado a Amy?
- ¡Ah! La señorita Amy. Mi mejor discípula.
-¿Amy?
- Sí, ella ha superado incluso a los guerreros mas fuertes en combate cuerpo a cuerpo. Parece cómo si leyera los movimientos siguientes de sus oponentes. Tiene una mente brillante, y es muy inteligente para resolver problemas. Le enseñé todo lo que sé, así que ya no necesita entrenar conmigo.
- *suspira* Cómo lo imaginé, Amy es tan maravillosa.
- Joven Arthur conozco a la señorita Amy desde que era una niña, ella es muy apasionada por lo que hace y siempre saca provecho de todas las cosas, hasta de las cosas malas que pueden llegar a suceder. Es una chica maravillosa aun que siempre oculte sus sentimientos, ella nunca duda en entregar todo por las personas que más ama.
- ¿Cómo?
- Lo que quiero decir es qué, si en algún momento usted piensa en contraer matrimonio con ella, tendrá que ser muy paciente con ella ya que ella es toda un alma independiente.

Sonic se ruboriza ante tales declaraciones del anciano.

- ¿Qué? Jamás podría contraer matrimonio con ella.
- Por favor joven Arthur, no me afenda. Tantos años vividos y sé muy bien cómo se ven las personas que vibran en la misma sintonía. El amor es un secreto, que los ojos no saben guardar.
- N-no sé a qué se refiere.
- La señorita Amy, esta enamorada de usted y usted de ella.
- ¿Qué? Es absurdo Amy no podría enamorarse de alguien como yo.
- Claro que sí. Lo he visto. Y estoy seguro de ustedes. A veces las personas no son muy observadoras. Por ejemplo los reyes no saben muchas cosas de la señorita Amy que yo sé. Y sé perfectamente que la señorita Amy, está enamorada.

Sonic se limita a decir algo por no querer agrandar más el tema, realmente el tema de Amy siempre lo hacía sobré pensar en sí él era digno de ella y de alguna manera mientras más negaba sus sentimientos, más se iba enamorado.

- Pero, no lo voy a aburrir con mis pláticas ¡Empecemos el entrenamiento!

Sonic terminó de entrenar e hizo todo su mejor esfuerzo para demostrar su destreza en la batalla, para luego ir con los novatos a enseñarles todo lo que él había aprendido. Sin embargo su primer día con los novatos fue un rotundo fracaso, la mayoría de chicos no sabían nada de combate, así que Sonic sabía muy bien que se tenía que esforzar el doble y así restándole tiempo muerto para él, y sus asuntos personales.

Sonic terminó demasiado cansado, por ser el primer día. Pero sabía qué dentro de 3 horas tendría que ver a Amy y acompañarla a su cena con el principe Shadow. Así que Sonic se despidió de los muchachos y se retiró a la posada dónde tenía que ir para alistarse.
- ¡Sonic! El entrenamiento no estuvo tan mal
- *suspira* Fue de lo peor, los únicos que me entiende eres tú y Knuckles. Los demás sólo me desesperan.
- Tranquilo Sonic es normal, son novatos casi sin experiencia. Ten paciencia, no te dejaré sólo.
- Gracias amigo.
- Me quedaré aquí en el palacio con Knuckles a entrenar un poco más.
*Voltean a ver a Knuckles desfallecido en el pasto*
- Jajaja se nota que nunca ha tenido un entrenamiento bien.
- Jajajaj lo sé.
- Bien Sonic te vemos en la noche, suerte con tu cita con Amy.
- ¡No es una cita!

Sonic sale por la reja trasera del castillo dónde en el patio trasero se llevaba a cabo los entrenamientos. Y corre por todo el pueblo y decide ir al puente de piedra a las afueras del pueblo para tranquilizar su mente y relajarse un poco.
Cuando está a punto de llegar a lo lejos ve una silueta que estaba recargada en el barandal del puente. Sonic no reconocía quién podría ser. Así que se acerca con cuidado.
- Oh, hola * voltea a dónde estaba Sonic*
- Hola, perdón no te reconocí.
- Sabía qué sí venía aquí, podría encontrarte y al parecer no me equivoqué.

Sonic queda un poco confundido ante sus palabras.

SonAmy: No me olvides Donde viven las historias. Descúbrelo ahora