Capitulo 21: El baile de la luna Roja; parte 1

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Pasarón los días para ser exactos 6 días. Y todos estaban nerviosos, el día de mañana se celebraría el tan esperado baile de la luna roja y todos los habitantes del pueblo estaban preparando y adornado la plaza principal, para recibir el baile.
Por si parte la princesa Amy, estaba alistando los preparativos para lo antes mencionado.
Sonic, por su lado le habían dado el día para descansar. Y se propuso a hacer lo que le había prometido a Amy.
— No, no ,no Sonic! Es izquierda derecha, izquierda derecha, atrás y al centro.

— Rouge hago lo mejor que puedo. —dijo el azulado mientras miraba los pies de cierto zorro.
Yo
— Rouge, podemos detenernos un poco, esta es la décima vez que Sonic me pisa.— Reprochó el ojiazul mientras se sobaba sus pies.

— Ni hablar —Suspiró cansada — Ven Sonic, práctica conmigo. La murciélago se paró de su asiento y tomo las manos de Sonic —¿Listo?— Sonic asintió.

Rouge comenzó a darle indicaciones a Sonic, un, dos, tres, cuatro y vuelta, mientras ambos se movían al ritmo de la música tarareada por nuestro querido equidna rojo.

— Sonic, cariño, no entiendo que haces mal, si conmigo bailas bien— reconoció la murciélago — Sin embargo, baila de nueva cuenta con Tails.

— No, ¿es enserio Rouge?— se inquietó el zorro mientras rodaba los ojos y se levantaba de su asiento.

— Sí— replicó la ojiazul — Necesito encontrar el porqué.

— Sí me lo permites Rouge, yo quisiera enseñarle a mi amo.— Se confesó el equidna.

— Ah, de acuerdo — suspiró cansada— Lo harás tú, tiene hasta mañana para aprender, si no, será un caos.

— Tranquila, dejalo en mis manos— respondió el pelirrojo— Bien, amo Sonic. Hoy seré yo su maestro.

— De acuerdo los dejo sólos, tengo que ir a comprar mi vestido para el día de mañana.— Informó a los chicos — Vamos Tails, tu también te tienes que ver guapo.

Sonic se miraba un poco cansado y desesperado por no poder aprender a bailar todavía y le faltaba poco tiempo para que pudiese bailar con Amy. Así que Knuckles se dispuso a enseñarle con toda la paciencia del mundo, hasta que pudiera dominar por lo menos la pieza principal, y pasos básicos, para sacar a bailar a las chicas.
Aunque para Sonic su única importancia era poder sacar a bailar a Amy.

Pasarón las horas y con ello nuestro erizo quedó más que capacitado para poder bailar sin ningún problema.

— Está listo, amo. — Afirmó el pelirrojo con una sonrisa de satisfacción en su rostro — Sin duda alguna podrá sacar a bailar a la señorita Rose.

— Espero y sí — Replicó el azulado mientras su rostro se notaba cansado. — Espero no ponerme nervioso, si no estaré en problemas.

— Lo hará bien, se lo aseguro.

En la posada con Rouge.

— Listo Rouge, ¿Cómo me queda? — Preguntó el pequeño zorro, mientras giraba sobre su propio eje mostrando el traje que habían comprado.

— Te queda maravilloso Tails — Respondió la peliblanca la cuál lo examinaba de arriba a abajo.

En eso a ambos los interrumpe el sonido de una voz gruesa.

— Hemos llegado — Gritó el pelirrojo haciendo que ambos voltearan hacía donde provenía el sonido

— Bienvenidos — Contestó la murciélago con una sonrisa suave — ¿Qué tal les fue?

— Muy bien, mi amo, es todo un bailarín profesional — respondió alegremente, mientras señalaba com éxito al erizo azúl.

— Todo estuvo bien. Ya me siento más capaz de poder bailar con Amy — se alegró, miró a Tails y Rouge muy emocionado que casi, podían sentir su misma emoción.

— Me alegro que lo hayas logrado Sonic, eso de pisar me no fue para nada lindo — Bromeó, se rascó su nuca mientras despoja una gran sonrisa de alegría — Verás que mañana todo saldrá bien.

— Y bien, caballero Sonic —expreso Rogue,lo miró y le sonrió con picardía— ¿Va a sacarme a bailar o se quedará ahí parado?

— Señorita Rouge — Se inclina ante ella y le entiende su mano — ¿Me haría el honor de bailar esta pieza conmigo?

— Con alguien tan guapo cómo usted, sería imposible decir que no — lo tomo de la mano y ambos comenzaron a bailar. — Vaya, si que te has vuelto muy bueno. No fallaras mañana.

Sonic como último paso le dió una vuelta a Rouge así cerrando la pieza que habían bailando.

— Por cierto Sonic, tenemos un regalo para ti — Sonic la miró confundida — Te compramos algo, para que te reúnas con Amy — le extiende sus manos, que agarraban una caja de regalo — Sabemos que no es mucho, pero hicimos lo posible los tres, esperemos y te guste.

Sonic los miró incrédulo, mientras abría la caja que en su interior contenía, un traje negro, camisa rojo vino y un antifaz con detalles del mismo color, que hacían juego perfectamente con la temática del baile.

— Chicos ésto es...— susurró con felicidad — Ésto es increíble, ustedes son lo mejores — Se acercó a ellos agarrando a los tres de un solo tajo llevándolos a un abrazo grande pero cálido.

— Nos alegra mucho que te haya gustado — Respondió con alegría el pelirrojo

— ¡Bien! ¡Todos estamos listos para mañana!— exclamó con ilusión el rubio — Tu sólo dinos el plan de mañana, y lo haremos.

— Bien! Haremos ésto! — Se acercaron a Sonic creando un pequeño círculo de equipo, el les decía el plan.

En realidad Amy nunca incluyó a los amigos de Sonic, porque no los conocía, pero Sonic no quería actuar sólo, quería que todo saliera perfecto para poder estar con ella.

Mas tarde en el castillo de Amy.

— Señorita Amy, su vestido ha llegado. — Informó una mucama que sostenía una caja de suma elegancia, por fuera se veía lujosa y de textura aterciopelada con una cinta de seda que envolvía la caja en forma de regalo. Le entregó la caja.

— Muchas gracias, puedes dejarlo sobre mi cama.— le ordenó la pelirosa.

— Claro señorita — coloca la caja sobre la cama —Con su permiso me retiro, la eriza sólo asintió.

Amy se para de su tocador que tenía al frente de su cama y se dirige hacía su cama, en busca de su vestido. Abre la caja y dentro de ella se encuentra con su vestido. Un vestido colo rojo vino, y pequeños detalles en negro, como los olanes y el encaje, pequeña pedrería que hacía resaltar la parte del escote. Y un antifaz negro con detalles en rojo.
Pero, al fondo de la caja se encontraba, una pequeña nota que decía:

"Amy, fue difícil hacer tu pedido eres exigente, en fin, espero que te guste, lo hice como me lo pediste.

P.D. Al fondo está nuestro secreto."

Amy leé la pequeña nota y solo sonríe de lado.

Al fondo de la caja, se encontraba otro pequeño compartimiento, que si se empujaba con suficiente fuerza podría abrirse. Lo que contenía la pequeña caja, era otro vestuario; una capa lo suficientemente larga para tapar a cuerpo completo la persona, un pantalón de baja calidad, una máscara que cubría la mitad del rostro, era un atuendo perfecto para alguien de baja cuna. Sin embargo, el atuendo era para Amy.

Continuará...

SonAmy: No me olvides Donde viven las historias. Descúbrelo ahora