SonAmy: No me olvides

Capítulo 22: El baile de la Luna Roja: parte 2

Al día siguiente Sonic se apresuro rápido para hacer sus labores del día, entrenar un rato, entrenar a los novatos, y después alistarse para el baile.
Amy por su lado hizo sus labores reales, y todo estaba listo, solo esperaban a que cayera la tarde.

— Sonic, cariño, ¿A qué hora te dijo Shadow que estuvieras con Amy?

— Me dijo antes del atardecer Rouge, ¿por qué necesitas algo?

— No, no es por nada cariño, sólo curiosidad.

Llegó la hora en la que Sonic tenía que estar con Amy, y acompañarla todo el baile, como Shadow le había ordenado.
Así qué se apresuró rápido a ir hasta el castillo con ella, cómo era de esperarse Sonic no podía involucrarse en el baile, el sólo iba como guardia de Amy, no podía divertirse, ni mucho menos estar con alguien más que mo fuera con Amy.

— Buenas tardes caballero Sonic, la princesa Amy está en su habitación. — Hace una reverencia.

— Gracias iré allá — Respondió elevando su pulgar — Por cierto ¿se está alistando o algo parecido?

— Desconozco esa información — Seguido de eso se disculpó

— No te preocupes, iré a verla.

Sonic se apresuró y al subir las escaleras se topa de frente con la reina. Ambos erizos se quedaron viendo fijamente.

— Su majestad — hace una reverencia — Muy buenas tardes, me dirigía a la habitación de Amy.

— Sí lo sé, sé a dónde te dirigias— respondió en tono serio y molesto, lo miró con desdén. — Sonic quiero pedirte un favor. En cuanto Amy se case con Shadow quiero que desaparezcas de aquí, no te quiero cerca de mi hija nunca más. Sé que ella está enamorada de ti, pero eso no va a impedir que arruines mis planes.— Sonic quedó atónito, antes las declaraciones de la reina.

— Rió incrédulo — Perdone su majestad, creo que no estoy entiendo bien.

— Lo que oíste Sonic, quiero que te alejes de Amy. — Lo miró indiferente.

— Lo siento su majestad, eso es algo que usted no decidirá, si no que lo hará Amy — una mirada retadora cayó sobre la reina— No estoy enterado de los sentimientos de Amy hacía mí. Lo que ella decida y quiera hacer por mi está bien. Si Amy quiere que me vaya yo lo haré.

— No te confundas erizo, todavía tengo el poder y claro que puedo echarte sí así lo deseo. Pero no lo haré por ahora. Mejor, creo que esto puede llegar a oídos de Shadow por una carta anónima o chismes rumoreados. — Contestó con una sonrisa falsa— Y nadie sabe, que es lo que le pueda pasar a Amy.

— No se atrevería — Chasqueo la lengua.

— Claro que lo haría— soltó burlesca — Mientras Amy siga aquí seré capaz de ser la reina de todo, ella tendrá la riqueza y poder que no tuve, ella hará cualquier cosas que yo le pida.

— Que egoísta suena — Contestó el azúl, mientras su mirada se posaba en el rostro de la reina que tenía una expresión de burla. — Se lo diré a Amy.

— Sí se lo dices, ¿En verdad crees que te crea? — Una voz masculina de fondo los interrumpió

— Ahí estás cariño te estuve buscando por todos lados.— Gritó el rey mientras se iba acercando a los erizos.

— Lo siento cariño, le estaba diciendo a Arthur, que cuide bien a nuestra pequeña — contestó en un tono falso y mustio.

— Muy bien, Arthur, espero que siempre protejas a nuestra pequeña Amy, es mi adoración y no quisiera que por nada del mundo sufriera— Las palabras del rey sonaban nostálgicas y sinceras.