Capítulo 20: Jamás te traicionaría.

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En el castillo con Amy

—Señorita Amy, sigue siendo muy buena con la espada.— Dijo un erizo de avanzada edad.

—Sigo teniendo mis trucos Robert.

— Mi mejor alumna. Miré ahí viene el joven Arthur.

Amy volteó rápido a la entrada y vió a Sonic lo cuál hizo que se pusiera super nerviosa.

— Buen día Robert.

— Buen día joven Arthur, lo estábamos esperando.

—Amy, buenos días. *La mira y le sonríe*

— A-arthur buen día * Se sonroja un poco*

—Es perfecto, tenerlos a los dos aquí presentes.
¿Señorita Amy le importaría sí pelea contra el joven Arthur? —Preguntó el erizo mas viejo.

—No claro qué no.

—Perfecto. Joven Arthur, el entrenamiento de hoy será que trate de asestarle un golpe a la señorita Amy.

— ¡¿Qué?! Robert no puedo hacer eso, yo...

— Claro que puede. ¿Lista señorita Amy?

— Más que lista.

— ¡Comiencen! — Gritó Robert

— Alto Robert, aún no estoy list...

En cuanto el erizo recitó esas palabras, Amy se le había lanzado encima tratando de darle un golpe a Sonic. Haciendo varios choques con la espada que sonaban uno tras o otro.

— ¿Qué Arthur te da miedo pelear? —Dijo Amy mientras movia la espada.

— Claro que no.

— ¿O es porque soy una chica?

— No es eso Amy

Ambos erizos movían las espaldas, era claro que entre Amy se notaba más destreza qué por parte de Sonic. Pero ésto no detuvo a nuestro erizo. Y siguió. Y aunque Sonic ya se notaba un poco cansado. No dejó que Amy le diera un golpe.
Y estuvieron así un buen rato intercambiando espadazos, has que Sonic se distrae un leve segundo y Amy anota el primero golpe.

— Te gané —Dijo la eriza rosa acompañada de una pequeña risa

— ¡Diablos! Me distraje un segundo

— Muy bien echo a ambos— Dijo el erizo mayor. — Los felicito, señorita Amy como siempre muy impecable, joven Arthur, aún que se distraiga unos segundos puede costarle su vida, seguiremos entrenando esos reflejos. Gracias Señorita Amy. Eso es todo.

— Cuando quieras Robert. Bueno, yo los dejo. Tengo que ir me.

— Gracias Señorita Amy

Sonic vió como Amy se iba alejando mientras se desataba la cola que tenía en el pelo.
Ésto hizo que las pupilas del erizo se dilataran y a su vez se ruborizó. Robeth no ignoró esta acción así que le preguntó.

— ¿Ya le ha comentado algo a la señorita Amy?

— Qué dices Roberh, claro que no lo haré, su compromiso com Shadow es mas fuerte.

— Yo que usted no me adelantaría a los echos. Se nota la atracción entre ambos. Y yo estoy a favor de que aclare sus sentimientos.

— Lo pensaré. Pero, aún no estoy listo.

En eso una voz feminina interrumpe la conversación de ambos.

— Roberth! Tienes un segundo. — Era la reina que poco a poco se acercaba a ellos.

SonAmy: No me olvides Donde viven las historias. Descúbrelo ahora