Capitulo 1

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La luna, iluminaba el sendero del parque donde Taehyung corría. Su respiración era controlada, cada paso medido, mientras sus ojos observaban a la distancia. Allí, en la penumbra, una figura se acercaba trotando. Era una chica, con un aire despreocupado, ajena al peligro que la acechaba.

Con un movimiento calculado, Taehyung se adelantó, provocando un "accidente" que hizo que ambos chocaran. Ella cayó al suelo, sorprendida, mientras él se inclinaba para ayudarla.

-Lo siento, no te vi, -dijo con una sonrisa encantadora que ocultaba sus verdaderas intenciones.

-No te preocupes, fue mi culpa. A veces me distraigo.,-Dijo la chica sonriendo

-Parece que ambos estábamos en nuestra propia nube. ¿Estás aquí sola?

- Sí, solo necesitaba un respiro. ¿Tú también estás solo?

- Sí, pero me alegra haberme encontrado contigo. ¿Te gustaría seguir caminando?

-Claro, suena bien.

Comienzan a caminar juntos.

-Este parque tiene un rincón especial. ¿Te gustaría verlo?,-Dijo taehyung dándole un sonrisa

- ¿Un rincón especial?,- preguntó la chica curiosa

-Sí, es un lugar tranquilo y oscuro, perfecto para charlar. Te prometo que no es peligroso.

- Está bien, confío en ti.- Dijo un poco intrigada, mientras era llevada a un área más oscura y apartada del parque

La conversación fluyó naturalmente, como si fueran viejos amigos. Taehyung la guiaba hacia un lugar más oscuro, donde las sombras parecían tragar la luz.

En un instante, todo cambió. Con un movimiento rápido, Taehyung la hizo desmayar y la cargó en su auto, llevándola a su casa. Allí, en un rincón oculto de su propiedad, tenía un santuario macabro, un lugar diseñado para satisfacer sus deseos más oscuros sin ser escuchado. Las paredes estaban cubiertas de plásticos y herramientas, todo dispuesto meticulosamente.

La joven despertó aturdida, pero antes de que pudiera gritar, Taehyung ya había comenzado su ritual. Con precisión fría, le hizo cortes en la piel, disfrutando de cada instante. La mirada de horror en sus ojos le daba una satisfacción indescriptible. Con cada corte, sentía que se acercaba más a la perfección de su arte. Finalmente, le quitó los ojos, una obra maestra en su mente retorcida.

Al día siguiente, el FBI recibió una llamada inquietante. Un cuerpo sin vida había sido encontrado en el parque.Jeon Jungkook, el agente a cargo, fruncía el ceño al analizar la escena. Era la tercera víctima en una semana, cada una con un macabro detalle. La primera le faltaba una oreja, la segunda, los labios, y ahora, la tercera, los ojos.

La frustración crecía en Jungkook. No podían dar con el asesino, y la presión aumentaba. Cada pista parecía llevar a un callejón sin salida. Mientras examinaba los cuerpos, notaba un patrón que lo inquietaba. ¿Qué significaban esos trozos de carne faltantes? ¿Era un mensaje? La mente del asesino era un laberinto oscuro, y él estaba decidido a encontrar la salida antes de que hubiera más víctimas.

Mientras tanto, Taehyung disfrutaba de su obra. En su mente, cada corte era un triunfo, cada vida una pincelada en su lienzo macabro. Sabía que el juego apenas comenzaba y que el FBI estaba en su camino, pero eso solo aumentaba la emoción. La noche no había hecho más que comenzar.

Jungkook se sumergió en las pistas, revisando los informes de autopsia y los antecedentes de las víctimas. Cada detalle contaba, y estaba convencido de que había un nexo entre ellos. Mientras tanto, Taehyung preparaba su próximo movimiento, sintiendo la adrenalina mientras planificaba su siguiente "obra maestra".

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