AL DIA SIGUIENTE
El parque estaba lleno de vida; el sol brillaba entre las hojas de los árboles y el aroma a hierba fresca llenaba el aire. Taehyung sonreía mientras paseaba a Yeontan, su pequeño perro de raza Shih Tzu. La felicidad que sentía al estar al aire libre era palpable, y la risa de los niños jugando a lo lejos le daba un sentido de tranquilidad que contrastaba con la oscuridad que había invadido la ciudad.
Mientras tanto, Jungkook y un par de oficiales revisaban el área. La tensión que cargaba sobre sus hombros era pesada, y el caso los había llevado a investigar cada rincón del parque, buscando pistas que pudieran desentrañar el misterio del asesino. Sin embargo, su mente estaba en un torbellino de dudas y frustraciones.
Taehyung, al ver a Jungkook, decidió aprovechar la oportunidad para saludarlo. Con un movimiento rápido, soltó la correa de Yeontan, quien, emocionado, comenzó a correr hacia Jungkook.
-¡Yeontan, ven aquí, cariño! -gritó Taehyung, haciendo un gesto para llamar la atención del perro.
Jungkook miró hacia abajo, sorprendido al ver al pequeño peludo acercarse a él a toda velocidad. Sin pensarlo, se agachó y, con un movimiento ágil, atrapó al perro justo antes de que se adentrara en un grupo de oficiales.
-¡Buen chico! -dijo Jungkook, acariciando a Yeontan mientras el perro movía la cola con entusiasmo.
-Gracias, por ayudarme,-respondió Taehyung, acercándose con una sonrisa que ocultaba una intención calculada-. Eres un verdadero héroe.
Jungkook se enderezó y se encontró con la mirada de Taehyung. Algo en su expresión lo hizo dudar.
Taehyung siempre había sido un experto en fingir, y en ese momento, su inocencia parecía casi demasiado perfecta.
-Tenga cuidado, -dijo Jungkook, con un tono de preocupación-. La ciudad no está segura en este momento.
-Lo sé, señor detective -respondió Taehyung, poniendo una mano en su boca como si intentara contener un llanto-. Es... es realmente aterrador.
Jungkook sintió un golpe en su pecho. La imagen del chico, con su mirada de niño asustado, le provocó una punzada de pena. Se acercó un poco más, sintiendo que la vulnerabilidad era sincera.
-No está bien que salgas solo -dijo Jungkook, suavizando su tono-. Deberías tener más cuidado.
-Quizás debería quedarme en casa -respondió Taehyung, su voz temblando ligeramente-. Ya me está dando miedo salir.
Jungkook se sintió atrapado entre su deber y la necesidad de consolar a Taehyung. La figura del joven, con su perro en brazos y una expresión de angustia, contrastaba fuertemente con la dureza de la realidad que él enfrentaba.
-Escucha -dijo Jungkook, inclinándose un poco hacia él-. No estás solo en esto. Todos estamos preocupados, pero hay personas que están aquí para protegerte.
Taehyung asintió, sus ojos brillando con una mezcla de gratitud y tristeza. La actuación que había montado era digna de un premio, y Jungkook, en su bondad, caía en la trampa de su manipulación emocional. Sin embargo, había algo en la conexión que compartían que lo hacía dudar.
-A veces, solo necesito un poco de compañía, Pero debido a la situación-dijo Taehyung, su voz bajando a un susurro- Nadie tiene ganas de salir, pero yo necesito sacar a yeontan.
-No te preocupes por eso -respondió Jungkook, sintiéndose un poco más relajado-. Tal vez podrías llevar a Yeontan a casa y quedarte allí hasta que pase todo esto.
-Sí, eso haré -dijo Taehyung, esbozando una sonrisa que, aunque falsa, tenía un atisbo de calidez-. Gracias por cuidarme, detective. Muchas gracias
-Y cómo se llama joven?,- Jungkook preguntó
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La Mente Maestra
HorrorEn una ciudad oscura y llena de secretos, Taehyung es un asesino serial que ha logrado evadir la captura durante mucho tiempo. Con un carisma seductor y una mente brillante, deja pistas sutiles que desafían a la policía. Sus crímenes son metódicos y...