Capítulo 12

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(𝑫𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖)

Las grabaciones de una nueva película habían comenzado.

Cómo era de esperarse, mi primer protagónico tomó popularidad, sobre todo con las chicas. Algunas incluso habían formado un pequeño club de fans en el que se reunían para hablar sobre mí o agruparse para asistir a los estrenos y así conseguir un autógrafo mío.

Nunca imaginé que mi fama alcanzaría ese punto. De hecho, mi sueño se limitaba al teatro, puesto que nunca imaginé llegar tan lejos. Estaba completamente embelesado y me estaba acostumbrando a ello.

En ciertos momentos me ponía a pensar qué pasaría si esto acabaría, haciendo que un escalofrío se apoderase de mi cuerpo.

Me gustaba esta vida, me gustaba este trato, me fascinaba toda esa admiración. Difícilmente iba a poder dejarlo, así que me esforcé al máximo para ser el mejor y mantenerme entre los actores más populares.

Todo era como un sueño, el cual pronto se convertiría en una pesadilla.

Aquella noche... Maldīta noche...

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- ¿Aló?

-- Hola, Satoru ¿Cómo está mi estrella más brillante?

- Hola, Toji. Estoy bien, gracias.

-- Me alegra oír eso, porque tengo una magnífica noticia ¿Puedes adivinar de qué se trata?

- Pues, no. Ni idea...

-- Sucede que la gente de Ukiyo Productions te quiere como protagonista de su siguiente película.

- ¿Está hablando en serio?

-- ¡Vamos, Satoru! Jamás bromearía con algo así ¿Qué dices? ¿Te gustaría ir a Kioto?

- ¡Por supuesto! Espere... ¿Quiere decir que debo viajar hasta allá?

-- Así es. No solo la productora se encuentra ahí, sino que también la película se rodará allá, por lo que sería bueno que te familiarices con el lugar. Así que prepara tus maletas, viajamos este fin de semana.

- Pero...

-- Mmm... Ese "pero" no me gusta ¿Ocurre algo?

- Es que papá está de viaje y mamá tiene que dar una conferencia esta semana, no tendré quien me acompañe.

-- Eso no es problema. Puedes ir conmigo.

- ¿Cómo? ¿Usted y yo, solos?

- Por supuesto. Es más, hablaré con tu mamá ahora.

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Está de más decir que mamá aceptó, al igual que papá. Y cómo no hacerlo, si los tres confiábamos en Toji.

Siempre se mostró como una buena persona, cuidando de mí y la privacidad de mi familia. Me daba todas las comodidades para que mi trabajo fuera lo menos pesado posible, lo cual me permitió disfrutar de la actuación. Y qué decir de los elogios que recibía de su parte, diciendo lo asombroso que era, lo bien que actuaba, que lo hacía tan natural, que pronto me convertiría en una estrella y que alcanzaría la cima del éxito. Luego se sumó el contacto físico con los abrazos, juegos con mi cabello e inesperados pellizcos a mi rostro, los cuales con el tiempo se tornaron en pequeñas caricias a las que no di importancia.

DELIRIO (YuuGo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora